El futuro de Martínez Somalo

Cada vez que un papa cambia al sustituto de la Secretaría de Estado es un hecho histórico, porque se trata de un cargo equivalente al ministro del Interior del Vaticano y porque es la persona, después del secretario particular, que más contacto directo tiene con el pontífice. Los papas modernos han nombrado cardenal a su sustituto para darle la oportunidad de ser no sólo elector del nuevo papa, sino también papable.

Sobre el futuro de Somalo se manejan varias hipótesis. Hay quien llega a pensar que, dadas las óptimas relaciones que lo unen a Juan Pablo II, podría ser el nuevo secretario de Estado cuando, dentro de dos años, el cardenal Agostino Casaroli cumpla los 75 y deje su cargo. La única dificultad es que, con un papa extranjero, el secretario de Estado se piensa que debería seguir siendo italiano. Otra hipótesis es que el papa Wojtyla haya pensado en Somalo como arzobispo de Madrid cuando se jubile el cardenal Suquía, aunque quien conoce a Somalo piensa que preferiría quedarse en la curia romana. Lo que ocurre es que en este momento no está libre ninguna presidencia de prefectura romana. Podría, por tanto, quedarse aparcado por el momento en espera del puesto que le corresponde. De cualquier modo, dada la estrecha amistad que le une al papa Wojtyla, no hay duda de que el ex sustituto seguirá siendo uno de sus mejores consultores, sobre todo en lo que se refiere a América Latina, tras su paso por la nunciatura de Bogotá.