Hacienda carece de inspectores suficientes para aplicar la política fiscal y controlar el gasto

La escasa incorporación de inspectores de finanzas supone un "grave peligro para la aplicación de la política fiscal y el control del gasto público", según un informe de la Secretaría de Estado de Hacienda. Ante ello, su titular, José Borrell, ha propuesto una reforma en el sistema de acceso, que supone la desaparición del sistema de oposiciones y la movilidad funcional. Los inspectores de Finanzas se han rebelado contra este proyecto, y mañana, lunes, celebrarán una nueva entrevista con el secretario de Estado de Hacienda y una asamblea nacional en la que estudiarán medidas de presión.

El informe realizado por la Secretaría de Estado de Hacienda cifra hasta finales de 1990 en 1.200 la cantidad de ingresos necesarios en esta área de la Administración, y de ellos, 800 como mínimo deberían ingresar en el Cuerpo Superior de Inspectores de Finanzas del Estado. Entre los 400 restantes, Hacienda estima que deberá entrar personal especializado para el Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria.Otro sector con huecos por cubrir es el de especialistas en administración del sistema tributario y programación y control del gasto público, donde se estima que se precisarán unos 600 funcionarios en los próximos tres años.

Hacienda muestra su preocupación en el mencionado informe por la fuga de cerebros hacia el sector privado. "Por otra parte", se explica, "las previsiones de futuras jubilaciones, la atracción de otras Administraciones y especialmente la insistente atracción que el sector privado ejerce y ejercerá sobre estos funcionarios agravarán en un inmediato futuro las deficiencias ya señaladas".

Según los datos del informe, en 11.987 se han producido 433 bajas en el cuerpo, de las cuales 97 se han marchado a "servicios especiales", 231 están en excedencia voluntaria y han pasado al sector privado y 105 están en la misma situación de excedencia pero desempeñan su labor en el sector público.

La historia del problema parte de la ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública, que fusionó a cuatro cuerpos del Grupo A en uno solo, el de Inspectores de Finanzas del Estado (interventores, inspectores financieros y tributarios, inspectores de seguros e inspectores de aduanas). Las nuevas pruebas de acceso al cuerpo, las jubilaciones, excedencias y situaciones especiales dieron como resultado que desde 1983 el número de funcionarios adscritos a este cuerpo haya pasado de 2.042 en 1983 a 1.689 en la actualidad.

Entre las causas del reducido número de ingresos -la relación entre admitidos y aspirantes es del 10%-, Hacienda saca una serie de conclusiones. En primer lugar, que la baja cobertura de plazas no responde a una disminución del número de aspirantes. Este hecho está motivado por que el período de preparación de las oposiciones se considera elevado -cuatro años-, por la deficiente formación universitaria de los aspirantes -ya que los "mejores" se sienten menos atraídos por el sector público-, la falta de especificidad de las pruebas y la falta de movilidad funcional dentro del mismo cuerpo.

Las consecuencias de estos problemas pueden ser "irreparables", y se basan en que "el número de aspirantes a este cuerpo puede estancarse e incluso disminuir". El informe añade que "las actuales dificultades para seleccionar, formar e incorporar personal especializado a la Administración financiera y tributaria española constituyen un grave peligro para la capacidad de aplicar con generalidad el sistema fiscal y programar y controlar el gasto público". El riesgo es también, según Hacienda, "tener que disminuír los niveles de conocimientos requeridos".

Cursos y pruebas

En líneas generales, la propuesta de reforma en el sistema de acceso al cuerpo consiste en proporcionar una formación inicial polivalente que permita la adaptación a las distintas funciones que se desempeñan en la Hacienda pública y añadir una formación especializada específica y continua a lo largo de la carrera administrativa, que permitiría la movilidad funcional.Las funciones a desempeñar por el cuerpo de inspectores de finanzas del Estado, que no deben entenderse como "compartimientos estancos", según la reforma propuesta por Borrell, son las siguientes: sistema tributario y política fiscal, fiscalidad del comercio exterior y gestión aduanera, sistemas y procedimientos de organización y gestión de la administración tributaria, presupuestación, control de legalidad y contabilidad pública, control de gestión y auditoría, sistemas e instituciones financieras, planificación y programación del gasto público.

El nuevo sistema de acceso consiste en un curso de nueve meses y tres pruebas trimestrales, por las que, una vez superadas, se accede a un curso complementario de carácter específico, de acuerdo con las especialidades señaladas. La preparación correrá a cargo de la escuela oficial, o por libre "mientras la enseñanza oficial adquiere suficiente capacidad". Supone, pues, la desaparición del sistema tradicional de oposiciones.

Podrán acceder a las pruebas los titulados superiores de las facultades y escuelas técnicas en un número que tenderá a cubrir 1,2 veces los puestos incluidos en la oferta pública de empleo, y se reservará la mitad para el personal del cuerpo de gestión de Hacienda.