_
_
_
_

Janos Kadar abandona hoy el poder en Hungría

Janos Kadar, de 76 años, abandonará hoy el cargo de secretario general del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH) tras 31 años en el poder. La confirmación oficial de su cese se hará hoy, tras la reunión del nuevo comité central electo, en la conferencia nacional del partido. Kadar, el primer líder del este de Europa que emprendió la reforma interna del socialismo, cae por la presión del partido y de la sociedad húngara, que desean mayores y más radicales reformas hacia un pluralismo que él no estaba dispuesto a aplicar. Según los indicios, Kadar será nombrado presidente del partido, un cargo meramente honorario creado para él. Karoly Grosz, jefe del Gobierno, se perfila como su más probable sucesor.

Más información
Una batalla contra el impulso de sus propias reformas

Ayer, los dos grandes líderes e la ofensiva reformista radical -el jefe del Gobierno, Karoly Grosz, y el presidente del Frente Popular Patriótico, lmre Poszgay, ambos de 57 años- llamaron al partido a aprovechar la "ocasión histórica" de un salto cualitativo hacia la democratización del socialismo. Grosz pidió "un partido que se desembara e de sus prejuicios ideológicos".Imre Poszgay pidió hacer de Hungría "un laboratorio político" para devolver al socialismo su prestigio y la estima en el mundo, El secretario del comité central, Matyas Szüros, pidió -la abolición del conservadurismo" y la entrada en una era de reformas, con la Unión Soviética China y otros países socialistas, para la restauración del prestigio interior y exterior del socialismo

El cese de Kadar y otros miembros de la vieja guardia por abierta presión de los delegados en la conferencia nacional del partido que concluye hoy es un hecho sin precedentes en la historia del socialismo real.

Las intervenciones de los de legados ayer, al igual que el viernes, se caracterizaron por unas críticas a la dirección del partido, las estructuras y la situación que hubieran sido insólitas en un foro comunista hace poco. De repente todos parecían haber acordado decir lo que piensan desde hace tiempo. La creciente libertad de información y de movimiento, el derecho a viajar a Occidente, los intensos contactos de todo, tipo con el Oeste han hecho desaparecer por completo la rancia retórica ideológica en las nuevas generaciones del partido comunista húngaro.

'Nueva guardia' reformista

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Ayer se daba por seguro que el primer ministro, Grosz, será el nuevo jefe del partido. Durante un período de transición compaginará ambos cargos, para abandonar después la jefatura del Gobiemo. Se daba por segura también la entrada en el buró político de Poszgay, el más destacado defensor del pluralismo político y de la retirada del partido de la dirección del Estado, y de Reszo Nyers, el economista que fue el talento de las reformas de 1968, y que fue apartado de la dirección por presiones soviéticas en 1974.

Ayer, Grosz intervino ante la conferencia solicitando cambios radicales por el bien del socialismo en todo el mundo, y advirtió que la parálisis del partido tiene consecuencias trágicas para la sociedad. "Las trágicas situaciones vividas en los países socialistas prueban que si el partido se paraliza, todos pierden", dijo Grosz, recordando las crisis de Hungría en 1956, Praga en 1968 y Polonia en los años recientes.

El jefe del Gobierno no rechazó la posibilidad de un pluripartidismo, si bien subrayó los fundamentos históricos que tiene el monopartidismo en el este de Europa. "Estoy convencido de que necesitamos un sólo partido, o más exactamente un partido único, libre de malos hábitos y que se haya desembarazado de su rigidez para hacerse más flexible", dijo.

Las caras de los viejos dirigentes del partido sentados en la tribuna eran sombrías cuando Grosz advirtió: "No podemos garantizar la seguridad de los empleos que no son productivos. No basta con la decencia, es requisito la eficiencia. Si todos esperan que el Gobierno les eche una mano, entonces no tendremos suficientes manos".

Fracaso de Kadar

Los intentos de Kadar de retener el poder y evitar reformas radicales hacia el pluralismo político fracasaron ante la enorme ofensiva abierta en la conferencia nada más concluir Kadar su discurso de tono conservador. Sus llamamientos a hacer frente a los "enemigos del socialismo" que "quieren la democracia burguesa y la anarquía" fueron acogidos como el eco de tiempos pasados. Grosz, que se mostró seguro y resuelto en su intervención de 20 minutos, dijo: "En un momento dado, nos encontramos satisfechos con los sucesos de ayer. La disciplina comenzó a relajarse y algunos empezaron a creer que eran infalibles".

Poszgay, por su parte, se declaró ayer partidario de la "democracia sin adjetivos" y dijo que "la población está harta de cargar con la responsabilidad en la ejecución de medidas en cuya elaboración no ha participado". Pidió la creación de grupos de interés en el Parlamento, una nueva ley electoral, una reforma constitucional y un marco legal para la creación de sociedades y el flujo de capital. Poszgay se pronunció por "una expansión de los derechos de los ciudadanos" y por la "autonomía del Gobierno y de los municipios".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_