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Los húngaros debaten el futuro del 'socialismo real'

Budapest es, a partir de hoy y durante tres días, el centro mundial de la renovación del socialismo real. Una enorme expectación precede a la inauguración de la Conferencia Nacional del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH), en la que, por primera vez en la historia del socialismo, un partido comunista debatirá su renuncia al papel dirigente en la sociedad y a cuotas de poder en beneficio del Gobierno y de un Estado con división de poderes.

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A un mes de la Conferencia Nacional del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) existe la convicción en Hungría de que el momento histórico es ideal para romper las barreras ideológicas que se consideran responsables del deterioro económico del socialismo y de su incapacidad para afrontar en condiciones de competitividad con Occidente la carrera tecnológica.El fracaso de esta conferencia, que se produciría de no lograrse el giro radical esperado, acarrearía una enorme decepción de la población húngara, que espera profundos cambios y aire fresco para afrontar los graves problemas económicos que tiene el país. Tendría, además, un efecto negativo sobre el proceso de renovación en toda la comunidad socialista y abriría una nueva fase de estancamiento que nadie cree que Hungría pueda permitirse.

La gran incógnita de la conferencia es la actitud que adoptará Janos Kadar, secretario general del partido, en el poder desde 1956. Ayer eran numerosos los indicios en Budapest de que, tras casi 30 años de dirigir el país, el artífice de la primera gran reforma del socialismo anunciará su retirada como jefe del partido.

La retirada de Kadar

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El cese de Janos Kadar es esperado como símbolo del comienzo de un proceso hacia el pluralismo socialista y la ruptura del monopolio de poder del partido comunista. El veterano dirigente expresó recientemente su disposición a abandonar el cargo si el partido lo desea. A sus 76 años, el ya legendario líder húngaro se ha convertido en un freno a las reformas radicales que amplios sectores del partido consideran imprescindibles.

Un borrador para la conferencia presentado hace cerca de un mes -según fuentes del partido, a instancias de Kadar- fue objeto de durísimas críticas en la base militante y entre intelectuales y dirigentes por no ser lo suficientemente radical e intentar mantener el concepto clásico del papel dirigente del partido. Desde que fue hecho público, los reformistas, encabezados por Karoly Grosz, el primer ministro, e Imre Poszgay, el presidente del Frente Patriótico Nacional, lanzaron una fuerte ofensiva para imponer cambios estructurales en el partido y las instituciones.

Ayer, la capital húngara era un mar de especulaciones sobre el discurso de Kadar en la inauguración de la conferencia. Había quien aseguraba que Kadar anunciará hoy mismo su cese como secretario general. Otros auguraban un golpe de mano en la conferencia para destituirle en caso de que insistiera en permanecer en el puesto.

Algunas fuentes del partido sugerían ayer que Kadar podría pasar a desempeñar un cargo honorífico, como jefe del Estado. Su retirada en esta conferencia es, según dichas fuentes, la única forma de abandonar la vida pública con la garantía de un respeto general.

En los últimos tres años, en los que se ha dado un estancamiento del que se hace responsable a Kadar, su prestigio se ha visto seriamente mermado. Las imágenes de una entrevista concedida a una cadena norteamericana fueron emitidas en parte por la televisión húngara mostrando los pasajes en los que se percibía claramente el agotamiento, la falta de concentración y los indicios de senilidad del líder.

Los sectores más reacios a un cambio se escudan tras Kadar e intentan que éste, al menos, pueda mantener por algún tiempo su puesto e impedir así los cambios más radicales.

La conferencia durará dos días y elegirá un nuevo Comité Central. Éste se reunirá el domingo para elegir el nuevo buró político, en el que no tendrán ya cabida algunos de los más representativos miembros de la vieja guardia kadarista.

Hungría, el primer país socialista que comenzó, hace ya 20 años, reformas tímidas de liberalización económica y política, es de nuevo el primero en debatir el abandono de estructuras calificadas de obsoletas unánimemente por la clase dirigente. La conferencia ratificará las nuevas iniciativas, que dan un fundamento legal a las asociaciones y a la organización de sociedades empresariales.

El primer ministro, Karoly Grosz, que ha solicitado ya abiertamente la retirada de Janos Kadar y la vieja guardia, lanzará en la conferencia una ofensiva para que el partido renuncie a parcelas de poder en favor del Gobierno.

La Prensa húngara ha incrementado en los últimos días las expectativas, con continuas defensas de la necesidad de un pluralismo, de romper las barreras en el desarrollo social y económico impuestas por las antiguas instituciones y las estructuras del régimen.

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