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Tres guardias civiles, heridos leves en Guipúzcoa al estallar una potente bomba

Tres guardias civiles de una patrulla de las Unidades Antiterroristas Rurales (UAR) resultaron levemente heridos en un espectacular atentado con explosivos llevado a cabo a primera hora de la mañana de ayer en el municipio guipuzcoano de Soraluce. Dados los devastadores efectos materiales de la explosión, puede decirse que los guardias civiles salvaron la vida gracias al blindaje del vehículo en el que viajaban.

El artefacto, tipo mortero, tenía dos cargas de 8 a 10 kilos de amonal cada una y en total seis kilos de tornillería.El atentado se produjo sobre las 7.15 horas en las afueras de Soraluce, en la carretera que comunica Éibar con Bergara. La bomba, colocada en el petril de la carretera, hizo explosión al paso de un convoy de tres furgonetas de las UAR y alcanzó de lleno a uno de los vehículos. La onda expansiva y la metralla sacudieron violentamente a la furgoneta policial Nissan Patrol, que chocó contra el bordillo opuesto, paralelo al río Deba, antes de detenerse. Los tres guardias que componían la patrulla abandonaron el vehículo por su propio pie, mientras el resto de las dotaciones tomaron posiciones para repeler un segundo ataque que no se produjo y realizaron un intento de persecución del comando, en el curso del cual hicieron numerosos disparos.

El artefacto estaba situado junto a la fachada lateral de una antigua central hidroeléctrica ya abandonada y fue accionado a distancia, desde una pequeña carretera que parte del casco urbano de Soraluce y que discurre al otro lado del río, en paralelo con la comarcal. Los terroristas adosaron el artefacto a la fachada lateral del edificio, probablemente con el propósito de que la pared recondujera y concentrara la onda expansiva sobre el objetivo. El muro del viejo edificio, que solía ser habitado por vagabundos, sucumbió sin embargo ante la fuerza de la onda expansiva y se derrumbó, taponando la mitad de la calzada.

Los guardias civiles heridos fueron dados de alta pocas horas después tras ser atendidos en el hospital comarcal del Alto Deba, donde dos de ellos recibieron varios puntos de sutura en la cabeza. La furgoneta policial quedó con la parte delantera y lateral destrozadas pero varios de los cristales blindados del vehículo no alcanzados por la metralla soportaron el impacto. José Ramón Goñi Tirapu, gobernador civil de la provincia, subrayó en el lugar de los hechos la importancia del blindaje de los vehículos policiales en atentados como éste, y dijo que el convoy de las UAR atacado ayer no había transitado por ese lugar y a esas horas en las últimas dos semanas.

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