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Michel Rocard, nuevo jefe del Gobierno francés

Lluís Bassets

, Michel Rocard, de 58 años, fue nombrado ayer primer ministro por el presidente de la República, François Mitterrand, poco después de que Jacques Chirac, el hasta ahora jefe del Gobierno conservador francés, le presentara su dimisión en una corta entrevista que duró 10 minutos. Con el nombramiento de Rocard, un socialista moderado, auténtico precursor del realismo económico dentro del Partido Socialista (PS), el presidente de la República quiere expresar su voluntad de apertura al centro. El calendario político se ha acelerado extraordinariamente a los dos días de la reelección de Mitterrand.

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Su última aventura

A última hora de la tarde se realizó la ceremonia del traspaso de poderes entre Chirac y Rocard, e inmediatamente éste procedió a la tarea de formar el nuevo Gabinete. La tarea más compleja que espera al nuevo primer ministro es la confrontación parlamentaria, concretamente la presentación de su Gobierno ante la Asamblea Nacional y las primeras experiencias legislativas.Rocard ha sido nombrado por un presidente ampliamente avalado por el sufragio universal, pero no cuenta con una mayoria parlamentaria favorable en las dos Cámaras. Esta situación comprometida sólo puede superarse mediante la presentación de una política moderada y consensuada con una parte importante del Parlamento o con la disolución, que debe decidir en cualquier caso el presidente de la República.

Rocard era considerado como uno de los barones socialistas más idóneos para tender puentes hacia el centro e incluso para conseguir la incorporación e políticos centristas en su Gabinete. Los partidarios de Rocard dentro del PS y sus consejeros personales son proclives a la disolución de la Asamblea y a la celebración de nuevas elecciones legislativas.

El nuevo 'delfín'

El nombramiento de Rocard, aunque significa el reconocimiento de su posición de delfin de Mitterrand, como candidat a la presidencia de la República, implica todo un reto para el eterno Poulidor del socialismo francés. Deberá lidiar con una dirección del partido, con la que siempre ha tenido polémicas relaciones, y con un grupo parlamentario que no le ahorrará dificultades. Los nombres que se consideran más probables para dirigir el partido y el grupo parlamentario, Laurent Fabius y Pierre Joxe, corroboran la impresión de que Rocard deberá pasar una auténtica prueba de fuego desde su nueva responsabilidad, de la que puede salir definitivamente descabalgado en su ya larguísima carrera hacia la presidencia de la República o convertido en la indiscutible alternativa socialista al propio Mitterrand.

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El nombre de Michel Rocard empezó a perfilarse como el de jefe del Gobierno de Mitterrand, después de un desayuno que llevó a una discreta retirada del nuevo primer ministro como candidato dentro del Partido Socialista a la presidencia de la República. En aquel desayuno todos los observadores consideraron que se había cerrado un pacto entre.ambos políticos, cuyos resultados se materializaron ayer.

Rocard ha realizado campaña en favor de Mitterrand con absoluta disciplina y seguridad y efectuó, en la noche de la victoria electoral, una declaración en tono ya de primer ministro, en la que señaló que Francia no se hallaba ante un triunfo socialista sino "de todos los franceses".

El presidente del democristiano CDS (Centro de Demócratas Sociales), Pierre Mehaignerie, anunció ayer la formación de un Grupo de Iniciativas y Reflexión en el que participarán personalidades aperturistas, como Simone Veil, el ex ministro neogaullista Alain Carignon o el ex candidato de la UDF (Unión para la Democracia Francesa) Raymond Barre.

"En vista del anterior septenio, Rocard es para nosotros el socialista con mayor credibilidad", declará el propio, Mehaignerie. Otro democristiano, el vicepresidente del CDS, Bernard Stasi, propugna en un artículo publicado ayer en Le Monde, "no excluir a la larga ninguna altema tiva parlamentaria o gubernamental que, en la fidelidad a nuestras convicciones y sobre acuerdos claros, nos permita hacer avanzar a Francia en los caminos del futuro".

Rocard es alcalde de Conflants-Sainte-Honorine, un pequeño pueblo vecino de París, diputado desde 1969, veterano militante del socialismo y miembro de la dirección del PS. Ha sido candidato a la presidencia de la República, por el izquierdista y autogestionario PSU (Partido Socialista Unificado) en 1969, con 3,6 por ciento de votos. En dos ocasiones, en 1981 y en 1988 anunció su intención de presentarse a la elección presidencial, pero en ambas oportunidades tuvo que dar preferencia a Mitterrand. Toda su carrera política se ha desarrollado en una relación tan estrecha como polémica y a veces tormentosa con Mitterrand, a quien llegó a reprochar su "arcaísmo".

Familia protestante

Rocard es de familia protestante. Tiene tres hijos, fruto de dos matrimonios. Estudió Ciencias Políticas y en la ENA (Escuela Nacional de Administración), el gran vivero de políticos y administradores del Estado, en la misma promoción que su antecesor, Jacques Chirac, a quien le ataban lazos de amistad. Es un hombre de preparación económica e intelectual. Ha sido inspector de Finanzas y es un prolífico autor de ensayos políticos.

Ha sido ministro con Pierre Mauroy y con Laurent Fabius como jefes del Gobierno desde 1981 hasta 1983, ocupando las carteras del Plan y Ordenación del Territorio y de Agricultura. Dimitió en 1983 alegando su hostilidad al cambio del sistema electoral. Rocard encama la evolución del socialismo hacia la moderación, principalmente desde el congreso de Metz (1979), cuando fue excluido de la dirección del PS. Propugnaba el distanciamiento de los comunistas y criticaba el programa de nacionalizaciones.

En las relaciones bilaterales entre el socialismo español y el francés, Rocard ha sido durante mucho tiempo el mejor interlocutor y el dirigente más en sintonía con Felipe González.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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