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Un ex diplomático, en huelga de hambre para que se investigue una presunta estafa de 1.000 millones

, Mauricio Agi Benveniste, de 67 años, ex cónsul general de Etiopía, en España, se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 13 de abril como forma de presión "para que se reabra y agilice una investigación policial" que aclare el expolio de su patrimonio, que él valora en 1.000 millones de pesetas. El antiguo diplomático, que se mantiene desde hace casi un mes a base de tila con limón y azúcar, dice estar dispuesto a su "autodestrucción".

Agi Benveniste, nacido en España, lleva casi nueve años dedicado a recopilar documentos, reunir testimonios y escribir al Rey, al presidente del Gobierno y a los líderes de todos los partidos políticos a fin de interesarles en su caso. Pero hasta ahora lo único cierto es que se encuentra procesado y que no ha podido hacer nada contra quienes acusa de haber urdido este supuesto compló.

La compleja historia de Mauricio Agi, que fue cónsul de Etiopía en España entre 1964 y 1975, se inició en el año 1980. Propietario de una empresa de equipamiento médico y otra de tipo inmobiliario, sufrió en esa fecha .un bache de tesorería", que le ocasionó una depresión psíquica. "Mi abogado", recuerda Agi, "y un pretendido hombre de negocios me aconsejaron que desapareciera de escena y me tomase un descanso, a la vez que les confiaba mi patrimonio a través de un documento de fiducia".

Con objeto de que pudieran realizar el saneamiento de las empresas, Mauricio Agi dejó a sus nuevos socios una serie de documentos firmados en blanco a fin de que pudieran ordenar con amplios poderes. "Estuve tres meses en Portugal", dice el ex cónsul, "y al regresar a España habían desmantelado mis oficinas y habían confeccionado documentos suficientes para apoderarse de mi patrimonio".

Mauricio Agi, que asegura haber adelgazado 12 kilos durante su huelga de hambre, sostiene que "los integrantes del compló no dudaron en querellarse contra mí para acallar mis reclamaciones", a la vez que era procesado como presunto autor de un delito de estafa y falsedad. Pero, según dice, "han pasado casi nueve años y no he sido juzgado ni lo seré jamás porque nadie quiere que yo hable".

Aunque el ex diplomático ha logrado interesar en el asunto al propio ministro de Justicia, Fernando Ledesma, está viviendo "un auténtico calvario judicial", debido a la habilidad y "las poderosas influencias" ejercidas por las cinco o seis personas a las que acusa de su desgracia económica.

"Mantendré la huelga de hambre hasta la rnuerte", afirma Agi, "si así logro desenmascarar a los autores y a los cómplices del expolio de mi patrimonio"."Quiero que se reabran las causas que inicié contra ellos por evasión de capitales y otros delitos y que se nombre un juez especial que reúna los procedimientos que hay dispersos por varios juzgados".

El antiguo cónsul etíope lleva casi un mes sin salir de su despacho de Gran Vía, número 55, dedicado todas las horas del día a enviar cartas en demanda de ayuda. Bebe con frecuencia sorbos de un vaso de tila y asegura que se siente débil, aunque conserva "perfecta lucidez mental".

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