El juez toma declaración a los detenidos en relación con el alijo de 1.000 kilos de cocaína
Las cuatro personas detenidas el pasado sábado presuntamente implicadas en el tráfico de los 1.000 kilos de cocaína incautados en Irún, el mayor alijo de esta droga requisado en Europa, prestaron declaración durante la tarde de ayer ante el juez Juan Piqueras, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián. Los detenidos, Julián Giraldo Martínez, José Tortosa Jiménez y su esposa, que responde a las iniciales M. T. A. M., y Javier Lecuona Aldanondo, permanecían declarando en dependencias judiciales a la hora del cierre de esta edición.
Casi la mitad de la droga intervenida fue destruida a lo largo del día de ayer en el horno de la Residencia Sanitaria de San Sebastián. La quema de la droga, que continuará hoy, contó con la vigilancia de un fuerte dispostivo policial y se desarrolló muy lenta mente, dados los requisitos que exigen el cumplimiento de esta diligencia.La operación se inició a las ocho de la mañana con la presencia del juez instructor Juan Piqueras y quedó interrumpida a primera hora de la tarde. Los funcionarios del juzgado pesaron todos y cada uno de los paquetes de un kilo a medida en que eran sacados del camión policial y tomaban dos muestras, una para Sanidad, para comprobar la calidad de la droga y otra para el juzgado, en calidad de prueba.
Los paquetes, que llevaban inscritas las palabras "Kokori", "Moya", "Andrea" o "Mora" -referencias utilizadas, al parecer, por los traficantes para distinguir los diferentes grados de calidad- eran cuidadosamente registrados con un número por un funcionario judicial en una informe de diligencias antes de ser arrojado a las llamas.
Mientras tanto, la policía española investiga junto con sus homólogas europeas las conexiones internacionales de la red desarticulada parcialmente en Irún. Por iniciativa del juzgado donostiarra que intruye las diligencias del caso y previa autorización de la justicia francesa, varios funcionarios españoles se han trasladado al País Vasco francés para prolongar allí sus pesquisas.
Se sabe que los policías españoles han registrado en Hendaya la vivienda en la que residía José Tortosa Jiménez, y tratan de comprobar si una embarcación propiedad de este detenido fue utilizada en el desembarco de la tonelada de cocaína procedente de Colombia.
Dos abogados colombianos, Carlos Rodríguez y Abraham Rubio, con despacho profesional en Madrid, acudieron ayer por la mañana a San Sebastián para prestar asistencia al súbdito colombiano Julían Giraldo Martínez y a José Tortosa, residente en el sur de Francia.
Por otro lado, miembros del Cuerpo Nacional de Policía han incautado en el aeropuerto vizcaíno de Sondica 2.000 dosis de heroína a Diego G. Q., de 32 años, en cuyo domicilio de Madrid se aprehendió posteriormente otras 17.600 dosis de cocaína, informa Efe. Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, la detención de Diego G. Q., tuvo lugar en Sondica el pasado día 4.
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