"Seurat murió totalmente solo"

,Jean-Paul Kaufmann, periodista de 43 años, ha sido el rehén más famoso de Francia. Gracias a su esposa, Joelle, la tragedia de los rehenes se ha convertido en parte de la vida cotidiana de los franceses. La campaña para la liberación, animada por Joelle Kaufmann, ha hecho llegar diariamente a todos los hogares, gracias a la televisión, las fotos de los secuestrados con la inscripción de los días que llevaban en detención arbitraria.

El coraje de esta mujer, objeto de numerosas críticas que lo consideraban perjudicial para los rehenes, tiene su correspondencia en el de su marido. Nada más bajar del avión que le trasladó hasta París, junto a Marcel Fontaine y Marcel Carton, Kaufmann expresó su tristeza por la ausencia del joven arabista Michel Seurat, muerto de cáncer en su prisión, y minimizó sus propios sufrimientos: "Fuí secuestrado en mayo de 1985 con un hombre que se llamaba Michel Seurat. Estuve con él meses y meses, y hemos visto cómo se extinguía poco a poco. En cierta forma, tengo algo de vergüenza de estar aquí hoy. Hemos visto a Michel luchar con desesperación y también con nobleza. No hablaba mucho. Se veía morir. Hoy su pensamiento es ante todo para Marie Seurat y para sus dos hijas. Podría haber muerto entre los suyos y murió totalmente solo. No podré olvidarlo".

Kaufmann añadió: "Hoy es un día maravilloso. No llevar más cadenas ni venda en los ojos. No diría que hemos estado en una tumba, pero quiza es un poco cierto. Hemos sobrevivido".

Al contrario de lo que se suele creer, éstos no son los tres últimos franceses secuestrados en Líbano. Jacqueline Valence, de 30 años, y sus dos hijas, de seis y cuatro años, permanecen secuestradas, junto a cinco ciudadanos belgas, desde el 8 de noviembre pasado por Fath-Consejo Revolucionario, el grupo de Abu Nidal. Los ocho navegaban en velero frente a las costas libanesas cuando fueron aprehendidos y han sido acusados de pertenecer a los servicios secretos israelíes.