El joyero desmiente el testimonio del comisario Fernández Álvarez

, El joyero Federico Venero, que compareció como testigo propuesto por el ministerio fiscal, desmintió en sus declaraciones parte del testimonio prestado ante el tribunal por el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez. El joyero testificó ayer que conocía al comisario desde finales de 1982 o comienzos de 1983, y que había mantenido a partir de entonces con él asiduas relaciones. Fernández Álvarez declaró en su día en la sala que conoció por vez primera a Venero el 11 de noviembre de 1983, cuando el joyero se trasladó a Madrid para marcar los domicilios del Nani y de Ángel Manzano.

El declarante también desmintió que hubiese estado en la vivienda de los Corella días después del atraco a la joyería Pyber y que allí hubiese visto unas joyas y unas armas supuestamente empleadas en tal delito. Fernández Álvarez testificó en su momento ante el tribunal que tal visita había existido, y que por esta razón el joyero conocía y pudo marcar la casa de los Corella.

El joyero relacionó también con el caso a los inspectores Adelardo Rafael Martínez García y Miguel Ángel Bercianos, ambos procesados por la Audiencia Provincial de Santander en el sumario conocido como de la Mafia policial. Sobre Bercianos, agente con quien Venero mantuvo una relación frecuente, el declarante llegó a afirmar: "Era el mismísimo diablo. Estos señores que están aquí sentados [en referencia a los procesados] son unos señores comparados con Miguel Ángel Bercianos".

Un cólico inoportuno

Venero debía haber comenzado su declaración en la mañana de ayer, pero justificó su ausencia hasta la tarde aduciendo que un cólico hepático le impidió desplazarse a Madrid desde Santander en la noche del miércoles, por lo que no pudo emprender viaje hacia Madrid hasta la mañana de ayer, en un vuelo que debía partir a las 10. 15. Debido a ello, el tribunal decidió suspender la vista matinal y reanudar el juicio a las cinco de la tarde. El presidente de la sala, el magistrado Salvador Domínguez, acordó igualmente que Venero acreditase el padecimiento de ese cólico que le había impedido comparecer a su hora.Venero, escoltado en todo momento por dos policías, se presentó a los oficiales del tribunal para acreditar su presencia cerca de las 12.30. El joyero, que continuará hoy su testimonio, prestó declaración con gran tranquilidad, a pesar de la preocupación que había mostrado antes de presentarse ante la sala en la inañana de ayer.

La suspensión de la vista matinal frustró a gran número de personas que habían madrugado y formado una larga cola para esta sesión.