El mexicano Marcos Moshinsky y el español Manuel Cardona, premios Príncipe de Asturias de ciencia

Los físicos Marcos Moshinsky, investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Manuel Cardona, director del Instituto Max Planck de Stuttgart, fueron galardonados ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en su octava edición. El jurado distingue con este premio "los importantes descubrimientos en física de materiales del profesor Cardona" y "las decisivas contribuciones al estudio de las simetrías de las leyes básicas de la naturaleza del profesor Moshinsky.

Ésta es la primera vez, desde su creación en 1981, que el premio Príncipe de Asturias se concede a investigadores que han desarrollado su actividad en el campo de la física. El jurado -presidido por el profesor Severo Ochoa e integrado por Rafael Chao-Gómez, Antonio Fernández-Rañada, Francisco Grande Covián, Fernando Lozano Cuervo, Francisco Michavila Pitarch, Juan Oré, Julio Rodríguez Villanueva y Alberto Sols- acordó por unanimidad la concesión con igual mérito del galardón a ambos científicos, tras haber valorado las 65 candidaturas presentadas, todas de alto mérito. El premio está dotado con dos millones de pesetas, un diploma y la reproducción de una estatua de Joan Miré.En el caso de Moshínsky, especialista en teoría de grupos, el jurado ha valorado sus aportaciones teóricas, especialmente su decisiva contribución al estudio de las simetrías de las leyes básicas de la naturaleza, que han facilitado un mejor conocimiento de la física cuántica". En el de Manuel Cardona se subrayan .sus importantes descubrimientos en física de materiales, base de muchas de las nuevas tecnologías", y que su obra "combina interesantes aportaciones a la ciencia básica con ideas claves para aplicaciones posteriores".

Investigar en España

"Investigar en España es todavía bastante difícil; faltan medios técnicos y materiales, y quienes deberían, por ejemplo, dedicarse a la investigación en la Universidad están sobrecargados de funciones docentes para atender a un alumnado muy masificado", dijo ayer Manuel Cardona desde la sede del Instituto Max Planck de Stuttgart, donde recibió "con sorpresa y emoción" la noticia de que le había sido concedido el premio. Cardona es uno de los sobresalientes investigadores españoles que han hecho carrera en el extranjero, pero que mantienen un estrecho contacto con la actividad científica nacional, prestando desde allí una ayuda permanente al desarrollo y a la formación de nuevos investigadores.

"La ciencia tiene en España grandes problemas. Ello se manifiesta en la política científica, que probablemente no es la más adecuada, y en la masificación de la Universidad, que ha dado como consecuencia que entre las jóvenes generaciones haya más investigadores, pero no tan cualificados". Manuel Cardona dice que no conoce a fondo el Plan de Investigación Científica recientemente aprobado por el Gobierno, y admite que la Comisión Asesora de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico "ha trabajado muy bien".

A 10 años de la jubilación

El cientifíco español explica que, aunque se lo ha planteado, ve difícil su vuelta e instalación definitiva en España, "por problemas personales y burocráticos -"estoy a 10 años de la jubilación"-, pero también porque ya se ha acostumbrado a unos determinados medios que quizá no los encontraría en España.

Conferencias, cursos, frecuentes viajes, la presidencia del comité científico asesor del Instituto de Ciencias de Materiales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, son hechos que le ayudan a mantener un nexo constante con el país donde nació. Él cita como importantes dos grupos de las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.

Cardona ha visto con buenos ojos compartir el premio con Marcos Moshinsky. "No lo conozco personalmente, pero he tenido contacto con su obra, y puedo decir que se tiene categoría internacional y es el padre de la física de México".