ETA reinicia el cobro del 'impuesto' a empresarios vascos
ETA ha reactivado el cobro del impuesto revolucionario entre empresarios vascos aprovechando el efecto intimidatorio del secuestro de Emiliano Revilla y de los últimos asesinatos cometidos en Euskadi. En la última oleada de cartas enviadas hace unos días, ETA eleva considerablemente la cuantía exigida a personas que ya han sido víctimas de la exitorsión. Por otro lado, los 725 millonoes incautados en Bayona son los; enviados por la familia Revilla a ETA para pagar el rescate.
Industriales y empresarios del País Vasco han recibido en los últimos días cartas de ETA conminándoles a hacer efectivas en dinero que oscilan entre 10 y 50 millones de pesetas. ETA amenaza a sus víctimas advirtiéndoles que se verá "en la obligación" e actuar consecuentemente contra su persona y sus bienes en caso de impago de la cantidad exigida o de que se produjera una denuncia a la policía.Fuentes próximas a uno de los receptores de la misiva amenazante señalaron que el empresario tendría que liquidar sus negocios y, quedar en la ruina para poder pagar a ETA.
El cobro del impuesto revolucionario descendió muy considerablemente tras el descubrimiento de parte de la contabilidad interna de la organización terrorisa en la fábrica de muebles Sokoa, de Hendaya, el 5 de noviembre de 1986. El análisis de la prolija documentación permitió a la policía española identificar a muchos de los pequeños y medianos empresarios vascos sometidos al chantaje de ETA.
Asimismo, los 725 millones de pesetas interceptados -por la policía francesa a ETA en el sur de, Francia son los enviados por la familia Revilla a la dirección de la organización terrorista para pagar el rescate del industrial, según fuentes próximas al caso.
La familia Revilla, según dichas fuentes, ha cumplido estrictamente lo negociado con ETA y, desde que facilitara el dinero a los intermediarios, su exclusiva actividad en el caso ha consistido en esperar a que IÉTA cumpla su parte y libere al industrial.
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