Aborto y seguridad jurídica
Aunque comprendo que es difícil pedir a EL PAÍS algo más de objetividad en la forma de tratar el debate social y político -pero sobre todo social- sobre el aborto y su legalización o despenalización, dado que desde antiguo es un fervoroso militante del proabortismo, me permito solicitarle la publicación de esta carta.En mi opinión, es correcta y encomiable su petición de seguridad jurídica en este asunto. Nada puede haber más macabro y odioso que una imagen de arbitrariedades en esta materia, propiciada por la falta de claridad de las normas que regulan el aborto.
El problema estriba en que la inseguridad actual no es fruto de quienes luchamos contra el aborto por convicción, no crea usted que por interés, con todas nuestras fuerzas. La inseguridad proviene de un Gobierno y de un partido que estando en condiciones políticas de imponemos a todos una clara legalización total del aborto no lo ha hecho, y ha preferido intentar que so capa de tres casos extremos, cuya aceptación general era mucho más probable que la simple legalización, se creasen las condiciones sociales suficientes como para poder practicar de tapadillo, pero sabiéndolo todos los españoles, cualquier aborto a simple voluntad.
Quienes nos oponemos a semejante indignidad somos todos los que conservamos algo de respeto a la ley y, por tanto, todos los que se revelan contra su manipulación. Encontrará usted sin dificultad partidarios de cambiar radicalmente este planteamiento (que es el actual, porque ¿quién se cree que más del 99% de los abortos perpetrados en la clínica Dator de Madrid entrañaban de verdad peligro para la salud psíquica de la madre?) tanto entre los defensores de la vida como entre aborteros y abortistas, y las accidentes que emprendemos los primeros en defensa de nuestras convicciones no son actos de boicoteo de la legalidad, sino todo contrario: intentos de que a la dignidad (para nosotros, dei luego) del aborto legalizado tres casos no se sume la indignidad (para todos, espero) de prostitución de la ley, consintiendo impunemente la ejecución abortos que no están en ninguno de los tres casos despenalizados.
En cuanto al "clamor" que usted dice que existe a favor de un mayor legalización, permita opinar que es mucho menor de que usted pretende y, desde luego, muchísimo menor que el o; mor contrario que quiere aca con esta bárbara costumbre puede que el Gobierno y PSOE estén en esto más acuerdo conmigo que con usted pues en otro caso no hubiese elegido este camino vergonzante
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