Hansheinz Reinprecht

Tenía 27 años cuando un día le enviaron a cubrir una información con el fundador de la asociación Aldeas Infantiles SOS, Hermann Gmeiner. Fue casi a regañadientes, y tres años después dejó el periodismo activo para dedicarse plenamente a esta organización privada, cuya finalidad es la asistencia a niños huérfanos y abandonados. Hansheinz Reinprecht, austriaco de 62 años y actual secretario general de dicha asociación, organizó y creó la segunda aldea infantil en Austria, concretamente en la localidad de Hinterbül, cerca de Viena, donde hoy vive con su mujer, también periodista.

Reinprecht, periodista de profesión, nació en la ciudad austriaca de Klagenfurt y estudió psicología en Viena, graduándose en ciencias filosóficas. Conoció a Hermann Gmeiner, un ciudadano austriaco que fundó la primera aldea infantil SOS tras comprobar el abandono y la orfandad en la que vivían miles de niños tras la II Guerra Mundial. Durante tres años compatibilizó, su profesión de periodista en Viena con la ayuda a la asociación de forma voluntaria, hasta que se dio cuenta que "encontraba más satisfactorio trabajar por una idea efectiva como esta", y fundó y, dirigió el segundo centro creado en Austria "Desde 1960 es secretario general de la organización a nivel mundial, que posee en la actualidad 850 centros repartidos en 92 países, con unos 50.000 niños. Reinprecht se encuentra estos días en nuestro país para asistir a un seminario de la organización.Se empeña de manera tenaz en hablar castellano, que, según dice, aprendió en sólo 30 horas con un libro. Está casado con tina periodista y tiene dos hijos, uno periodista también y otro diplomático. Se define como una persona religiosa, al igual que Aldeas Infantiles, pero afirma que la asociación no tiene el espíritu de las misiones. "Cada niño debe crecer en su religión y su cultura, y por eso tenemos aldeas budistas, musulmanas, cristianas... Nuestra pretensión es integrar a esos niños en su sociedad".

Esta idea de las aldeas infantiles -una especie de pequeño centro urbano con 10 o 12 casas, donde niños abandonados o huérfanos, preferentemente grupos de hermanos carnales, viven con madres contratadas en un ambiente semejante a una familia tradicional- surgió en un intento de luchar contra el orfelinato tradicional. Según Reinprecht, el índice de fracasos es inferior al de la sociedad normal, lo que no sucede con las clásicas instituciones, donde un niño no vive en ese ambiente familiar.

La recaudación de fondos para su financiación se hace de forma voluntaria y corre a cargo de los cinco millones de socios repartidos por el mundo. Además del socio existe la figura del padrino (unos 70.000), persona que se preocupa de un determinado niño y de su evolución concreta de manera especial.

En España, la asociación, cuya presidencia de honor la ostenta el príncipe Felipe de Borbón, acoge en la actualidad a unos 400 niños repartidos en tres centros y tiene como objetivo la creación de una aldea en cada comunidad autónoma.

Hansheinz Reinprecht es autor de numerosos libros sobre educación y pedagogía infantil, y cuando sus niños le dejan dedica su tiempo libre a esquiar en la nieve y a disfrutar, como buen austríaco, de la música y la ópera.