Inaugurada una exposición antológica del impresionista ruso Nicolás Tarkhoff
El Bilbao-Vizcaya exhibe 56 óleos procedentes del Petit Palais de Ginebra
La sala de exposiciones del Banco Bilbao-Vizcaya exhibe desde hoy una exposición antológica dedicada al pintor soviético Nicolai Tarkhoff (1871-1930). La muestra consta de 56 óleos realizados en la primera década del siglo, que, en su mayor parte, han sido prestados por el Petit Palais de Ginebra. La exposición permanecerá abierta hasta el 10 de mayo y, posteriormente, será exhibida en Barcelona y Bilbao.
Los organizadores de la exposición pretenden dar a conocer la obra de un creador que, por diversas circunstancias, no ha podido ser vista por el gran público, pese a la amplitud de su producción. Nicolai Tarkhoff nació en Moscú en el seno de una familia acomodada. Su interés por la pintura no se manifestó hasta los 18 años y a los 10 de este descubrimiento decidió trasladarse a París, donde la luz del impresionismo haría una fuerte mella en su obra.A diferencia de otros artistas coétaneos, Nicolai Tarkhoff permaneció fiel a la estética impresionista, marginándose voluntariamente de los sucesivos movimientos pictóricos que se iban desarrollando en el París de aquellos años.
Éxito
Aunque su obra le permitió conocer pronto el éxito, el pintor decidió abandonar París y trasladarse con su familia a Orsay, ciudad en la que vivirla hasta su temprana desaparición, el año 1930, a consecuencia de un cáncer.La selección de obras que se exhiben en esta exposición son un claro refejo del gusto por la estética impresionista. De la misma forma en que se mantuvo fiel a su estilo, su pintura recoge una y otra vez los temas que más le obsesionaban y que conformaban su vida cotidiana: escenas de amamantamiento de su mujer con sus dos hijos, los gatos y el perro de la casa o conjuntos florales, especialmente crisantemos.
El historiador de arte francés, Gaston Diehl, explica en el catálogo editado a propósito de la exposición que esa cotidianeidad es producto de la necesidad de intensidad, de exaltación de lo real que embarga al artista. El mismo historiador añade que el pintor estaba interesado en captar la realidad más próxima, lejos de rebuscar en la nocturnidad par¡sina de la que tan amantes fueron otros contemporáneos suyos.
Los organizadores de la exposición han incluido en esta ocasión una serio de paneles didácticos destinados a los niños que visiten la sala. En los paneles se incluyen preguntas cuyas respuestas son demostrativas de la comprensión de los escolares ante los cuadros exhibidos.
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