El secretario de Estado de EE UU viaja a Oriente Próximo con la bendición del Papa
"Marcho hacia el Oriente Próximo con vuestra bendición, que sostiene nuestros esfuerzos". dijo ayer el secretario de Estado norteamericano, el protestante George Shultz, al papa Juan Pablo II, al salir de la biblioteca particular del Pontífice, donde ambos, a puerta cerrada habían conversado, sin intérpretes ni testigos durante 30 minutos. Shultz viaja por segunda vez en un mes a la zona.
Tras saludar a la esposa de Shultz -Helena, católica practicante-, el Papa quiso dar la mano, uno a uno, a los 31 miembros del séquito del secretario de Estado norteamericano.Shultz manifestó su convencimiento de que es posible un acuerdo entre árabes e israelíes, por lo que volverá a entrevistarse con los líderes de varios países de la zona. "No puedo esperar ayuda en estas conversaciones, pero siento que todos quieren ver una situación más estable y pacífica", agregó. El secretario de Estado es esperado esta noche en Israel y posteriormente viajará a Egipto, Jordania, Siria y Arabia Saudí.
Shultz y su esposa, que Ilegaron a Roma el viernes, asistirán esta mañana a la misa que Juan Pablo II celebrará, como cada domingo de Resurrección, en la plaza de San Pedro, y dedicarán parte de la jornada a visitar la Capilla Sixtina.
Según un comunicado leído por el portavoz del Papa, el es pañol Joaquín Navarro Valls, los temas de la conversación entre Juan Pablo II y Shultz -que se reunían por tercera vez- fueron la distensión Este Oeste, la situación cada vez más grave en Oriente Medio y la crisis de Centroamérica. El Papa, decía la nota, insistió a Shultz sobre el "justo derecho de los palestinos" y el "deber moral de buscar una solución que tenga en cuenta los justos derechos de Israel".
George Shultz se ha reunido también durante su estancia en Italia con el presidente de la República, Francesco Cossiga, durante 40 minutos; ha visto al primer ministro dimisionario, Giovanni Goria, y ha tenido un encuentro con el ministro de Defensa, Valerio Zanone, para tratar del asunto de los aviones F-16 que dejarán España. Además, por dos veces, se ha encerrado a cal y canto con el ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, con quien ha firmado un acuerdo quinquenal de colaboración científica entre Estados Unidos e Italia.
Tanto Zanone como Andreotti han dado a entender a Shultz que Italia no tendrá ningún problema en aceptar los aviones F-16, siempre que se trate de una decisión adoptada por la OTAN.
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