El ejército panameño asegura que la redada contra la oposición fue una acción "aislada y lamentable"
El Ejército panameño asegura que la ocupación en la noche del lunes de un hotel de la capital, en el que fueron brutalmente detenidas decenas de personas, entre opositores y periodistas, fue una acción "aislada y lamentable" que no respondía a ningún plan preconcebido. Un portavoz de las Fuerzas de Defensa anunció que se ha iniciado una investigación sobre los hechos. Todos los periodistas fueron puestos en libertad pocas horas después de su detención, y durante la madrugada española de hoy fueron liberados los 47 miembros de la Cruzada Civilista
(Ernesto González de la Lastra, miembro del comité ejecutivo de la Cruzada, continua detenido en un lugar desconocido, informa France Presse. La agencia de Prensa indica que los oponentes liberados han tenido que pagar una fianza de 8.000 dólares).Entre los liberados está el dirigente empresarial Alberto Alemán, quien, pocas horas antes, había participado en una reunión de casi una hora con el teniente coronel Virgilio Mirones en la que se sondearon las posibilidades de un diálogo entre las fuerzas armadas y la opositora Cruzada Civilista. Mientras esa conversación se celebraba en la sede de la Procuraduría, a pocas manzanas de allí, la policía dispersaba una manifestación de varios miles de personas que pedían la dimisión del hombre fuerte de Panamá, general Manuel Antonio Noriega.
Al término de la manifestación aparecieron agentes del servicio, secreto del Ejército (G-2), vestidos de paisano, que detuvieron a la fuerza a varias de las personas que encabezaban la marcha. Una docena de esos mismos agentes se presentó una hora después en el hotel Marriott, donde la Cruzada Civilista había instalado su cuartel general y donde residen la mayor parte de los periodistas, sobre todo norteamericanos, que cubren los sucesos panameños.
Minutos después, llegaron al hotel varios camiones militares y furgones de policía con personal uniformado que tomó por completo las instalaciones, desde las cocinas hasta las habitaciones, y cortó las comunicaciones telefónicas.
Todas las personas que no eran huéspedes del hotel fueron detenidas, algunas de ellas entre golpes y empujones. La cifra total de detenciones en el primer momento no ha sido oficialmente anunciada, pero se supone superior al medio centenar, de los cuales una docena de periodistas, casi todos norteamericanos.
[El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, advirtió ayer al general Noriega que la paciencia de Estados Unidos "tiene un límite" y que el Gobierno estadounidense está furioso por la detención y los malos tratos dados a los norteamericanos, informa EFE].
Un portavoz de las Fuerzas de Defensa, Martín Alberto Paz, declaró que el Ejército se vio obligado a ocupar el hotel después de que los miembros de la Cruzada Civilista ofreciesen resistencia a las detenciones, que habían sido decididas en virtud del estado de urgencia, vigente desde hace 10 días.
Los observadores se confiesan desconcertados por esta operación represiva en momentos en que el Gobierno y el general Noriega están llamando al diálogo como única solución para la profunda crisis que vive el país.[Eric Arturo del Valle, a quien EE UU reconoce como único presidente de Panamá ha pedido a la comunidad internacional que tome medidas para sacar a Noriega del poder" anunció su embajador ante la Casa Blanca, Juan Sosa, quien sugirió que Washington envíe un comando que detenga al general, informa Reuter].[Los representantes de 22 países de los 26 que forman el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), reunidos desde el lunes en Caracas, condenaron ayer unánimemente las sanciones impuestas por EE UU a Panamá, exigieron que sean canceladas de inmediato y sugirieron la posibilidad de entregar ayuda a ese país, informa France Presse].
[La Iglesia católica panameña inició ayer sus primeros contactos para entablar un diálogo con, la oposición y el general Noriega, según informó el obispo auxiliar de Panamá Oscar Brown, quien indicó que la tarea es dificil. por la falta de credibilidad" del Gobierno. Brown confirmó que el arzobispo de Panamá, Marcos McGrath, recibió el lunes la petición del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y el presidente del Gobierno español, Felipe González de actuar como mediador en el conflicto, informa EFE].
Manuel Antonio Noriega se comunicó ayer telefónicamente con McGrath y con el nuncio, el español Sebastián Laboa.
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