"¿Acaso no somos ya soviéticos ?"

Las comunicaciones telefónicas con Eriván han funcionado de modo esporádico y selectivo en los últimos días, y corresponsales en la capital soviética han constatado que las líneas se cortan con frecuencia cuando quienes son contactados en la capital armenia difunden información que entre en contradicción con las versiones oficiales de los sucesos.No obstante, testigos presenciales comunicaron telefónicamente ayer desde Eriván, que el centro de la capital de Armenia estaba tomado por carros blindados cuyos ocupantes llevaban boinas azules y estaban desarmados. En el extrarradio, llevaban rifles automáticos, y los helicópteros ya no sobrevolaban la ciudad.

"Nosotros no hemos matado a nadie. No somos extremistas. Cuando los azerbaiyanos mataban a los nuestros, allí no, había soldados. ¿Por qué están aquí ahora?, exclamaba un transeúnte.

« Dicen que estamos en un proceso para destruir el Estado. No somos bálticos. Queremos seguir en el Estado soviético porque sabemos que estamos rodeados de enemigos. Nos destrozarían si nos quedáramos solos", decía otro.

"No hay manifestación porque somos disciplinados y evitamos la provocación. Hemos distribuido medio millón de octavillas para pedir que nadie salga a la calle. Es más fácil llegar desde Moscú que desde una aldea", decía un dirigente del disuelto comité organizativo de NagornoKarabaj.

"Estamos en un periodo de resistencia pasiva. No descarto que ésta sea larga y se manifieste con un boicoteo al Primero de Mayo", señalaba otro dirigente armenio. ¿Acaso no somos soviéticos? ¿Qué hacen aquí los tanques? ¿Qué le puedo decir a mi hijo, que hace el servicio militar en Rusia? ¿Es que en Moscú se han vuelto locos?", decía un armenio. Y otro: ¿Qué hacen aquí? ¿Acaso somos como los de Afganistán?

Fuentes de la capital armenia aseguran que han llegado en los últimos días a la ciudad 35.000 soldados en más de 150 aviones militares. La policia armenia, que participó el pasado lunes en las manifestaciones, sale a patrufiar en grupos de cuatro a cinco, y sin armas.