Arias propone una 'cumbre' en "el ambiente oxigenado" creado por el alto el fuego
FERNANDO JÁUREGUI ENVIADO ESPECIAL, El esidente de Costa Rica, óscar Arias, propuso ayer una cumbre de los cinco jefes de Estado centroamericanos, aprovechando "el ambiente oxigenado" que se crea con el acuerdo de alto el fuego de Sapoá entre el Gobierno y la guerrilla nicaragüenses. Arias dijo que ha presentado esta propuesta, en primer lugar, al presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, quien la acogió con entusiasmo. Sin embargo, Arias admitió que "falta mucho por detallar" antes de poder llegar a la celebración de esta cumbre, que significaría un paso adelante decisivo en el proceso de pacificación de la zona.
La idea de la cumbre será una de las que Arias discutirá con Felipe González a partir de hoy, día en que el presidente del Gobierno español inicia una visita "de trabajo" de dos días de duración a Costa Rica.Todos los temas relacionados con el proceso que se vive en Centroamérica serán tratados durante la visita de González, cuya llegada a San José estaba prevista para las cinco de la madrugada de hoy (hora peninsular española). Dialogarán de manera especial sobre las perspectivas que se abren tras Sapoá para un efectivo avance del proceso de Esquipulas y las posibilidades de concluir satisfactoriamente el conflicto panameño, propiciando el exilio del general Noriega.
El presidente costarricense, que convocó una inesperada conferencia de prensa al conocer el satisfactorio resultado de Sapoá, fue inusitadamente duro, en relación con sus planteamientos anteriores, al señalair que para que la paz se imponga en Centroamérica "es importante que las dos superpotencias pongan algo de su parte y saquen las manos de Centroamérica". Antes, refiriéndose a la presencia militar norteamericana en Honduras, dijo que "carece de justificación, y ahora menos que,nunca".
También fue muy enérgico Arias al decir, por primera vez, que no habrá paz para Panamá hasta que no exista una subordinación del poder militar al poder civil, y ello no se obtendrá "a menos que Noriega renuncie a su puesto en las fuerzas armadas".
Costa Rica se muestra de acuerdo sobre un eventual exilio del general panameño en un país europeo, como España o Francia, pero no en un Estado centroamericano. Éste será uno de los más delicados temas a abordar por González durante su estancia en Costa Rica: mañana, se reunirá en una hacienda costera, propiedad de Adolfo Esquivel, amigo personal de Arias, accesible tan sólo por helicóptero, con los ex presidentes de Colombia, López Michelsen; de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, y de Costa Rica, Daniel Oduber, además de con Óscar Arias y los dos ministros de Exteriores, para deliberar sobre el destino futuro de Noriega.
Fueron los tres ex presidentes citados quienes primero propusieron a González la posibilidad de un exilio español para Noriega como fórmula para desbloquear la actual situación de Panamá.
Óscar Arias ratificó ayer que "Felipe me había adelantado hace mucho que estaba dispuesto a ofrecer hospitalidad a Noriega en la madre España, a condición de que Estados Unidos no pidiese su extradición".
El presidente costarricense dijo sentirse "feliz y contento" con el acuerdo de alto el fuego de Sapoá."Nunca había estado tan feliz desde que en agosto y en octubre de 1987 se firmó Esquipulas 2 y le dieron el Premio Nobel", comentó un cercano ayudante del presidente costarricense.
