Cinco cajas de Castilla y León inician su fusión

Los consejos de administración de las cajas de ahorro de León, Zamora y Ávila, y de las dos de Valladolid (la Provincial y la Popular), aprobaron ayer el inicio de un proceso de fusión y dieron luz verde al protocolo redactado previamente por los respectivos directores. La nueva entidad, que podría llamarse Cajas Reunidas, contará con más de 400.000 millones de pesetas de recursos ajenos, casi la mitad de los existentes ahora en las 11 cajas de la región castellano-leonesa. Su sede central estará en León ya que la caja leonesa es la más importante de cuantas van a fusionarse. Tiene 150.000 millones de pesetas de recursos ajenos, que la sitúan en estos momentos en el puesto decimonoveno de las españolas.

Según figura en el protocolo, abierto a otras cajas, la integración de estas cinco de ahorro se realiza mediante una fusión que derivará hacia la constitución de una nueva institución de patronato privado, "con vocación regional y sede en León". Precisamente fue la Caja de León, la de mayor potencial económico entre las asociadas, quien inició este proceso, que se prevé culmine antes de finales de 1989.Los datos aportados por la Caja de Zamora tras la decisión favorable de su consejo de administración indican que la nueva entidad que se cree contará con un potencial económico en tomo a los 365.000 millones de pesetas, de los que la Caja de León aporta 154.000 millones, la de Ávila 73.000, la de Zamora 48.000, la Provincial de Valladolid 46.000 y la Popular de Valladolid, 42.000 millones. Este potencial económico y financiero de cada una de las cajas será el determinante en la futura composición del consejo de administración de la nueva entidad, ya que la representatividad de cada uno de los asociados estará en función de su aportación, con la garantía de una representación mínima de cada una de ellas.

El director general de la Caja de Zamora, Miguel de Unamuno, aseguró que todavía no se han estudiado objetivos concretos de la entidad a corto, medio y largo plazo, aunque destacó que se pretende descentralizar lo máximo posible la gestión, excepto en aquellas cuestiones que representan un ahorro en los costes, mientras se mantendrán las operaciones o la política de actuación iniciada por cada una de las cajas en su ámbito, "dotando a la estructura operativa provincial de las necesarias competencias en la decisión y gestión de las inversiones".

En lo que se refiere a las plantillas de personal, la fusión garantiza el empleo y los derechos adquiridos por los trabajadores, así como las mismas oportunidades de promoción y formación profesional, aunque se tratará de homogeneizar en lo posible el aspecto laboral.

Tras la fusión de las mencionadas entidades, sólo quedan fuera de la operación las dos de Burgos, la de Salamanca, que actúa ya en cinco provincias de la región y ha iniciado un fuerte proceso de expansión, las de Soria y Palencia, que se ha retirado de las negociaciones, aunque puede incorporarse en breve, y la de Segovia, que rechazó su inclusión porque la sede iba a estar en León.