Moscú rechaza el cambio de fronteras en el Cáucaso

El Presidium del Soviet Supremo de la URSS (máximo organismo de dirección colegiada del Estado) consideró ayer "intolerable" el intento de resolver las "difíciles cuestiones nacionales y territoriales", mediante la "presión" sobre los órganos del Estado, en una sesión especial dedicada a los conflictos nacionalistas en las repúblicas de Armenia y Azerbaiyán, en el Cáucaso. Una disposición del Presidium condenó el clima de "presiones, emociones y pasiones creado por llamamientos' arbitrarios a favor del cambio de las fronteras nacional-estatales y nacional- administrativas fijadas en la Constitución de la URSS", y advirtió que ello "puede tener consecuencias imprevisibles".El líder del Kremlin, Mijail Gorbachov, intervino en la sesión, al igual que Andrei Gromiko, presidente del Presidium, según informó Tass, que no dio detalles sobre el contenido de las intervenciones. Nagorno-Karabaj es una región de mayoría armenia que se encuentra en territorio y bajo jurisdicción de Azerbaiyán.

La sesión del Presidium, que duró dos horas y media, se celebró después de que los respectivos Presidiums de 13 repúblicas socialistas soviéticas (todas, con exclusión de Armenia y Azerbaiyán) hubieran realizado llamamientos para mantener la calma y el orden en las dos repúblicas afectadas por la crisis.

Para el próximo día 26, el Comité Organizativo de Nagorno ,Karabaj, la entidad que dirigió las manifestaciones masivas ocurridas en Armenia en febrero, ha anunciado un mitin y la votación de una huelga de tres días. En Eriván, el tratamiento recibido por los sucesos, que oficialmente han producido al menos 32 víctimas, ha provocado nuevos actos de protesta antes de que expirara el ultimátum dado al poder central para resolver el tema.

La disposición del Presidium del Soviet Supremo de la URSS corista de cinco apartados, en los cuales, aparte del rechazo de las "presiones", se señala que la situación en Azerbaiyán y ArmenIa, en relación a los sucesos de Nagorno-Karabaj, "perjudica" a los pueblos de estas repúblicas, y se condenan los "actos delictivos" causantes de víctimas cometidos por "personas aisladas y grupos".

El Presidium ha instado a los soviets de Azerbaiyán y Armenia a crear una situación de calma, a mejorar de forma radical el trabajo político y educativo de masas entre la población", de acuerdo con los principios de la política leninista sobre nacionalidades, y a analizar "profundamente y de forma multilateral" las causas del "enconamiento" de las relaciones entre las nacionalidades.

Reforzar la legalidad

Los soviets han recibido instrucciones de actuar "contra cualquier manifestación de nacionalismo y extremismo". El Presidium del Soviet Supremo instó a los de las dos repúblicas a tomar medidas concertadas para "reforzar la legalidad socialista y el orden público". El Consejo de Ministros recibió instrucciones para resolver los problemas relacionados con el desarrollo económico y sociocultural de Nagorno-Karabaj, y la fiscalía y el Ministerio del Interior fueron instados a mantener el orden público en las repúblicas.En la sesión del Presidium intervinieron ayer el jefe del partido de Ucrania, VIadimir Shcherbitski, miembro del Politburó, así como los presidentes del Presidium de las repúblicas de Rusia, Georgia, Azerbaiyán, Moldavia, Letonia, Armenia, Turkinenia, Turkmenistán, Estonia y el primer secretario de la República de Uzbekistán, entre otros.

Un artículo publicado el lunes en el diario Pravda sugería que el Kremlin no tiene intención de ceder a las reivindicaciones nacionalistas que exigen traspasar el territorio de Nagorno-Karabaj a la jurisdicción armenia. Las fronteras internas soviéticas, que se fijaron básicamente en los años veinte, pueden ser revisadas con el consentimiento de las repúblicas. Sin embargo, el liderazgo soviético teme que una concesión de este tipo propicie nuevas reivindicaciones.

El académico Yuli Bromlei, director del Instituto de Etnografía de la Academia de Ciencias de la URSS, manifestó ayer, en una conferencia de prensa, que una nueva "especificación" de fronteras "no ayuda a la perestroika". Bromlei respondió así, tras muchos rodeos, a una pregunta sobre los consejos que, como científico especializado en los temas de nacionalidades, daría a Mijail Gorbachov.