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El IVA castiga a las empresas constructoras

Las pequeñas y medianas empresas constructoras que trabajan en el sector vivienda ven incrementados sus problemas de financiación con los miles de millones de pesetas que Hacienda les retiene injustificadamente como premio -sarcásticamente hablando- a la seriedad demostrada por ellas a la hora de asumir las obligaciones del IVA.Mientras que ellas sólo pueden repercutir en el promotor de viviendas un 6%, se ven obligadas a pagar a sus subcontratistas y proveedores el 12%. Y como su actividad implica que subcontraten por lo general un 70% o un 80% del presupuesto de la obra, a la hora de hacer cuentas resulta que han pagado tin porcentaje de IVA en exceso equivalente al 4% o 5% del volumen de obra de edificación realizada. Hacienda se lo devuelve, sí, pero cuando ya ha vencido el ejercicio, en abril del año siguiente, y entonces los raeses transcurridos desde el comienzo del nuevo ejercicio le han convertido de nuevo en acreedor de Hacienda.

Manuel Peláez Castillo es presidente de la Asociación Provincial de Empresarios y Contratistas de Obras Públicas de Alicante (APECOP)

Café Central. Madrid, hasta el 27 de marzo

Y para una empresa de pequeña o mediana envergadura, esta situación supone tanto una importante carga financiera como una descapitalización. Eso es cierto, tan cierto como que el Consejo de Estado, a través de su comisión permanente, ha dado la razón a las peticiones formuladas por las asociaciones de empresas constructoras. A raíz de unas alegaciones formuladas por la Confederación Nacional de la Construcción, se ha pronunciado reconociendo que esta situación "no se ajusta a los criterios inspiradores de una serie de normas de la Comunidad Europea por cuanto perjudica a las empresas de este sector al tener permanentemente saldos a su favor en las liquidaciones del impuesto sobre el valor añadido y cuya liquidación sólo se hace al término del ejercicio".

Pero si el Consejo de Estado razona -y su lógica le conduce a apoyar la postura de las empresas constructoras-, el ministro de Economía, no. Medio año más tarde del pronunciamiento del Consejo de Estado, y ante la insistencia de las empresas del sector en pedir un tratamiento más equitativo, les responde en diciembre diciendo que, "lamentando no poder atender por el momento las sugerencias formuladas", no es posible incluir a las empresas constructoras de edificaciones entre las beneficiarias de los procedimientos de devolución inmediata.

Desidia burocrática

Por desgracia, eso de que por ahora no existe "la infraestructura necesaria para realizar eficazmente los referidos reembolsos" evoca irremediablemente una frase mucho más descriptiva y lapidaria. Es una forma actualizada de aquel famoso "vuelva usted mañana" que persigue al administrado español desde que Larra resumiera en ella la desidia burocrática.

El ministro ha dicho a las empresas constructoras que vuelvan mañana. No ha explicado si porque en el negociado correspondiente están de vacaciones, de derribo o de reorganización. Pero desde luego no hay gente en él disponible para ocuparse de una banalidad tal como evitarle al Estaso ser moroso en materia de miles de millones, con cuyos intereses inmovilizados se podrían pagar nutridos equipos de funcionarios para rellenar los huecos de ese negociado que "por el momento" no puede ocuparse del tema. En un país sin tradición fiscal como España, la implantación del IVA se ha realizado con una excelente respuesta de los administrados, lo que ha contribuido, entre otras cosas, a acreditarnos ante Europa como maduros ciudadanos.

También a la Administración le corresponde en ello suparte de mérito. Pero puede resultar sospechosa la verdadera calidad del papel ejercido por ella en la modernización tributaria de España, al mantener discriminaciones reconocidamente injustificadas como ésta.

El empresario ha sabido demostrar que estaba a la altura de las circunstancias cuando un cambio tan importante como el del IVA se introducía en sus hábitos fiscales. Queda por valorar la altura exacta que la Administración y sus ministros están alcanzando en el tratamiento a sus contribuyentes.

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