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CRISIS EN TORNO AL CANAL

Noriega aborta una intentona golpista y se mantiene en el poder

Antonio Caño

El general Manuel Antonio Noriega abortó ayer un golpe militar que pretendía derrocarle del poder. El hombre fuerte panameño parecía controlar la situación después de que un grupo de oficiales del Ejército intentase, en las primeras horas de la mañana tomar el cuartel general de las Fuerzas de Defensa. La intranquilidad militar no parece haberse contenido, sin embargo, con este intento, y anoche persistía la tensión en los cuarteles y en las calles.

Los 10.000 soldados de las fuerzas de Estados Unidos en la zona del canal fueron puestos en estado de alerta Charlie, la clave de prevención que antecede a su entrada en combate.La ciudad panameña quedó vacía y en silencio después de que las tropas pusieran fin a los disturbios que durante varias horas sembraron la anarquía y el caos en las calles. Unidades militares mantenían la vigilancia en distintos puntos, y en los cuarteles, las tropas, vestidas con uniforme de combate, se mantenían en estado de emergencia.

El golpe fue dirigido, según el comunicado emitido por las Fuerzas de Defensa, por el coronel Leónidas Macías, jefe de la policía panameña, y en él participaron "no más de una docena de oficiales sin apoyo de tropas". El portavoz militar, mayor Edgardo López, dijo que el levantamiento había sido "una acción aislada", en la que no se habían registrado ni muertos ni heridos. Según el comunicado oficial, además del coronel Macías se encuentran detenidos los mayores Fernando Quezada, Arístides Valdonedo y Jaime Benítez y el capitán Humberto Macea, todos ellos sin mando directo de fuerzas.

El mayor López manifestó aue no existen pruebas de que EE UU haya estado detrás del intento golpista, pero "evidente mente", dijo, "dentro de los planes de desestabilización está la penetración de los oficiales de las Fuerzas de Defensa". Algunos periodistas vieron en las primeras horas de la mañana a varios oficiales con las manos en la cabeza encañonados por soldados armados con fusiles de asalto.

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Despliegue de tropas

"Han sido besos, no balas", asegura Noriega

Los primeros tiroteos en el cuartel general de las Fuerzas de Defensa se escucharon alrededor de las siete de la mañana (una de la tarde, hora peninsular española). Según testigos presenciales, elcruce de disparos duró unos 15 minutos. Esas mismas fuentes vieron llegar al lugar de lo sucesos, inmediatamente después del tiroteo, a tropas de elite a bordo de camiones militares. Una hora y media más tarde esas mismas tropas fueron desplegadas en los alrededores de ese establecimiento militar en evidente estado de nerviosismo. Varios soldados montaron, amenazantes, sus fusiles ante los periodistas que preguntaban sobre lo ocurrido.Medios castrenses negaron que el levantamiento hubiese sido secundado por un gran número de militares o por oficiales de alto rango. Otras fuentes especulaban, sin embargo, sobre la participación en el compló de alguno de los coroneles del Estado Mayor, presumiblemente el coronel Marcos Justine, que había sido el hombre designado por el destituido presidente Eric Arturo Delvalle para suceder a Noriega. Esta versión, respaldada por fuentes diplomáticas, fue puesta en duda por otros expertos que aseguran que la participación en el golpe de oficiales de mediana graduación puede ser el indicativo de que el movimiento tenía un cariz radical.Durante bastantes horas se comentó también entre círculos informados la posibilidad de que fuerzas de la policía hubiesen tomado parte en el levantamiento a lo que contribuyó el hecho de que se tardó varias horas en reprimir los disturbios que asolaron la ciudad. En días pasados se había filtrado de ambientes militares el sentimiento de que los soldados y oficiales se negarían a intervenir contra los empleados públicos.

El frustrado golpe desató el temor de inminentes medidas por parte de Noriega. El canal de la televisión militar anunció para las próximas horas una comunicación al país en la que, previsiblemente, se anunciaría la limitación de ciertas garantías constitucionales. La agitación militar llevó también el nerviosismo a la zona del Canal, donde los militares norteamericanos bloquearon algunas vías de acceso al público en medio de los rumores sobre posibles acciones del Ejército.

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