10.000 personas en la mayor protesta en Hungría desde 1956

Unas 10.000 personas participaron ayer en una manifestación no autorizada en la capital de Hungría, Budapest, en respuesta al llamamiento de la oposición para conmemorar el levantamiento popular del 15 de marzo de 1848. Se trata, según observadores diplomáticos occidentales, de la mayor manifestación no oficial conocida en Hungría desde la revuelta de 1956. El acto había sido precedido de una serie de detenciones y persecuciones en medios disidentes sin precedentes también en los últimos años.Los manifestantes corearon gritos en favor de la libertad de asociación y de Prensa, dos reivindicaciones pedidas en marzo de 1848, que acabó en la formación del primer Gobierno húngaro independiente, rebelándose contra el dominio austriaco.

Las autoridades habían advertido contra "los elementos irresponsable" que trataban de "explotar para sus fines" la conmemoración del 15 de marzo.

El filósofo Gaspar Miklos reclamó "una nueva constitución y nuevas elecciones para crear una democracia húngara moderna". Miklos añadió que los dirigentes que habían perdido la confianza del pueblo "deberían dimitir", frase que fue acogida con fuertes aplausos de los asistentes, que relacionaron la expresión con el jefe del partido comunista, Janos Kadar.

Varios dirigentes de la oposición, entre ellos el escritor Miklos Haraszti, el editor Gabor Demszky, la socióloga Ottilia Solt y el disidente Tamas Molnar, habían sido detenidos en sus casas durante la madrugada.