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EE UU rechaza la expulsión de uno de sus diplomáticos por orden de Noriega

Francisco G. Basterra

Ronald Reagan volvió a pedir ayer la inmediata salida de Noriega de Panamá, pero no quiso pronunciarse sobre si Estados Unidos perseguirá al general en el exilio. Washington, que ha enviado 100 tropas especiales antiterroristas para proteger su embajada en Panamá, rechazó ayer la orden de expulsión dictada por el Gobierno Noriega contra el agregado de prensa norteamericano en dicho país. "No considerarnos legítimo a ese Gobierno", dijo el portavoz del Departamento de Estado.[El Gobierno de Panamá, según informa Antonio Caño, concedió el lunes un plazo de 48 horas para que abandone el país al funcionario de la Embajada de Estados Unidos Terence Kneebone, a quien acusa de haber desarrollado "funciones que no se ajustan a su trabajo como diplomático".]

El presidente Reagan recibió ayer, en la Casa Blanca, el apoyo de los líderes demócratas del Congreso al intento de derrocar a Noriega. Reagan les dijo que EE UU cumplirá con los tratados del Canal y restaurará las relacíones con las Fuerzas de Defensa panameñas en cuanto se restaure la democracia.

La impresión en Washington es que la solución a la crisis está próxima y que Noriega ya está negociando, a través de intermediarios, con la oposición, con España y con EE UU, su salida del poder. La Casa Blanca entiende que hay un límite de tiempo para que el general acepte una salida negociada del país.

La petición de la oposición panameña -que ha formalizado un documento que presentará al Gobierno español solicitando formalmente el exilio de Noriega en España- de que el dictador panameño se exile con otros ocho militares (2 coroneles, 5 mayores y un capitán), puede presentar nuevos problemas al Gobierno de Felipe González, dijeron aquí medios diplomáticos. Hasta ahora sólo se ha hablado de recibir a Noriega. [El general Noriega, en respuesta de su puño y letra a una pregunta por escrito del enviado de EL PMS, desmiente con un "no" rotundo haber recibido una oferta de asilo político en España, ni haber mantenido alguna conversación al respecto.]

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