Formatos de cine
Con un sentimiento del absurdo he seguido la polémica sobre los formatos de cine en RTVE. Sin duda alguna, toda polémica es necesaria, democrática y productiva. Como cineasta riguroso, sin embargo, debo entrar en defensa de RTVE. Televisión Española tiene un altísimo nivel cultural comparado con programas de países industrializados. Los clásicos del cine no se podrán ver con tanta frecuencia y variedad en EE UU, Francia, etcétera. El cine en la televisión no es rescatable en su integridad. Es ridículo un sonido dolby estereofónico o el formato cinemascope en un living-comedor sobre una pan talla de 20 por 25 centímetros aproximadamente. Lo que sí cuenta incontestablemente es poder apreciar el contenido y el sentido moral de una historia contada por grandes artistas, como se ha podido ver en Avaricia y Horizontes de grandeza. Para satisfacer el sentido del esteticismo de los duros aficionados y expertos de formatos propongo a RTVE abrir salas locales de: cine donde se puedan ver sobre pantallas gigantescas y con sonidos-multiférticos las versiones originales del arte perdido del cine.
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