El fotógrafo norteamericano acusado de tráfico de drogas niega ser un agente secreto

Connan David Owen, el fotógrafo norteamericano acusado de tráfico de drogas por introducir en España dos kilos de cocaína, declaró a EL PAIS, desde su celda en la cárcel Modelo de Barcelona, que alguien le colocó la droga en la maleta y que llegó a Barcelona, en marzo de 1987, con el único propósito de realizar unas fotografías por encargo de una agencia turística. El joven norteamericano negó ser un agente secreto, como se ha publicado en la prensa norteamericana.

Owen, por cuya situación se han interesado las autoridades norteamericanas, permanece encarcelado en la Modelo de Barcelona desde el 16 de marzo del año pasado y será juzgado el próximo día 26. Ha cumplido los 23 años de edad en la Modelo. Fue detenido por la Guardia Civil del aeropuerto de El Prat al descubrirle en el doble fondo de una maleta varias bolsas que contenían dos kilos de cocaína. Owen se desplazó a Barcelona, desde Santiago de Chile, para realizar unas fotografías para la agencia de viajes Sorosa, radicada en México."Comparto una celda con otros dos reclusos ya penados", explica Owen. Su situación penitenciaria es relativamente privilegiada, ya que ocupa una celda de la primera galería, destinada a los presos ya penados y en régimen de tercer grado.

Detector de mentiras

En el mismo sumario se encuentran procesados y en rebeldía el norteamericano Jorge Barahona y el español Julio Prieto. Barahona, que ya ha sido condenado por un tribunal de Estados Unidos por estos hechos, aunque se encuentra en libertad, reconoció haber introducido la droga en la maleta de Owen sin que éste supiera nada. El fotógrafo insiste en que Barahona le contrató en Washington por una semana para que hiciera fotos en Santiago de Chile y en Barcelona. "En Washington, Barahona me dijo que transportara una maleta con folletos de propaganda de la agencia y yo accedí porque no sospeché nada anormal".En la vista contra Owen el próximo 26 de marzo, la defensa aportará una extensa prueba documental, entre la que se encuentra el resultado del detector de mentiras. Esta prueba fue realizada en Barcelona por agentes de la DEA, la agencia de narcóticos norteamericana, y, según el resultado, el fotógrafo no miente al afirmar su desconocimiento sobre la operación de drogas. Además de esta prueba, al sumario se ha aportado una documentación traída a España por Edwin Meese, fiscal general de Estados Unidos, sobre las declaraciones de Barahona en el proceso judicial en EE UU, aunque la abogada de Owen no quiso detallar en qué consiste la documentación. El fiscal solicita 10 años de prisión para el fotógrafo.

El caso del fotógrafo preso en Barcelona ha sido objeto de atención por parte de la prensa de Estados Unidos. Sobre él se ha llegado a escribir que podía ser un espía del Ejército norteamericano. Owen niega esta posibilidad, "porque además resultaría incomprensible que: un supuesto agente de inteligencia permaneciera en prisión". Owen estudió fotografía en la universidad de Syracusse, en el Estado de Nueva York, donde se graduó en 1986. Los estudios fueron financiados por una beca por la que se comprometía a trabajar durante cuatro años para el Ejército.

El fotógrafo trabajó como becario en la Casa Blanca en 1984. "Mi trabajo consistía en hacer fotos del vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, en los actos en que intervenía, como ceremonias y visitas de jefes de Estado de otros países. Pero mi relación se limitó a eso y nunca ha existido ningún trato personal", puntualiza. Owen señala que si hay autoridades norteamericanas que han tenido conocimiento de su situación, ello se debe a las intensas gestiones de su padre.