¿A favor de quién?
A. C. / F. M., La jornada electoral de ayer dejó sentado que hubo mucho de voto chapuza, según expresión de distintos facultativos. A primeras horas de la mañana en hospitales como el Ramón y Cajal, La Paz y Gregorio Marañón, que también menudeaban en los restantes centros, las omisiones censales alcanzaban un nutrido volumen -rozando el 30% en ocasiones- y dos eran las preguntas qué inevitablemente se planteaban: quién provocó los errores y si beneficiaba a alguna opción.
No en vano, numerosos médicos, ante la imposibilidad de ejercer el voto en su propio hospital, desistieron de ir a emitir su sufragio al colegio y, en consecuencia, engrosaron la abstención, de por sí tradicionalmente elevada. Los rivales de Matos no dudaban en culpar al colegio de este desaguisado.
El colegio achacaba esta situación a los propios colegiados por no verificar su situación censal.
Sin embargo tirios y troyanos reconocían que los electores desaparecidos en los hospitales pertenecían por igual a unas corrientes que a otras.En el colegio podían votar todos los facultativos que no pertenecen a la plantilla de un hospital. Según Luis Sanjuanbenito, secretario del colegio, a última hora de la tarde no se había presentado "ninguna reclamación seria". Los errores en las listas afectaban, fundamentalmente, a los médicos más jóvenes y los facultativos de mayor edad, pero el trato para solucionarlos no fue el mismo para ambos -olectivos, según interventores de las candidaturas de Bravo y Saéz.Para Sanjuanbenito las irregularidades más notables se produjeron en el voto por correo. A las nueve de la mañana de ayer habían llegado a la sede del colegio en la calle Santa Isabel casi 2.500 votos por correo. En una de las sacas, que contenía casi 1.000 votos, muchos eran dobles, tenían equivocados los apellidos y la firma irreconocible.
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