El saneamiento del seguro entra en una etapa de reflotar compañías en lugar de liquidarlas
La mejora de resultados; del conjunto de las compañías aseguradoras, que en los nueve primeros meses de 1987 elevaron sus beneficios un 50%, así como la gran demanda de las mismas por parte de capitales españoles y extranjeros, impondrá una nueva etapa en el saneamiento del sector. Fuentes de la Administración han confirmado que éste se realizará a partir de ahora con una mayor presencia de operaciones consistentes en reflotar empresas, en vez de liquidarlas. Después de afectar a 97 empresas, la limpieza se limitará a enterrar entidades sin carácter de sociedades anónimas.
El Ministerio de Economía y Hacienda, que trata de someter al seguro a un control de balances similar al ejercido por el Banco de España con los bancos privados, tiene en su poder los resultados del sector asegurador en los nueve pirineos meses de 1987. Los beneficios del conjunto de las compañías, dato que antes sólo se obtenía anualmente y tardaba hasta dos años en conocerse, superaron en enero-septiembre los 42.000 millones de pesetas, con aumento del 50% sobre los 28.000 millones logrados en igual período de 1986.La mejora de las cuentas de resultados del seguro se extiende con tanta o mayor claridad a diversas partidas del balance con mayor importancia que los beneficios. Así, las reservas técnicas realizadas para afrontar eventurales compromisos con la clientela rondaron en las mismas fechas los 2,5 billones de pesetas, de las cuales 1,4 millones correspondían a compañías aseguradoras y 1,04 billones a entidades de depósito (sobre todo cajas de ahorro). Incluso si se compara con el nivel registrado al cerrar 1986, el incremento de las reservas ha sido del 41% aun cuando el freno en el crecimiento de las primas únicas por parte de entidades ligadas a la banca justificaría cierto estancamiento del total.
Al confirmar estos datos, un alto cargo de la Dirección General de Seguros señaló que los mismos revelan grandes avances en el saneamiento del sector. Pero precisó que todavía quedan cerca de medio centenar de compañías (casi una décima parte del total sometidas a medidas cautelares) con vistas a que aumenten su solvencia.
Tras constatar el ajuste: financiero del sector, su acusado ritmo de crecimiento, las órdenes de liquidación de un centenar de compañías dictadas durante los últimos dos años, la afluencia de capitales españoles y extranjeros que persiguen comprar aseguradoras, la misma fuente declaró que "no estamos ante un cambio de política de saneamiento: ocurre simplemente que ya no quedan prácticamente compañías de seguros por liquidar".
La lista de aseguradoras condenadas a la liquidación está ahora en 97 y dejará de crecer cuando alcance el centenar, dentro de varios meses. A partir de entonces, la limpieza mediante liquidaciones sólo proseguirá por entidades no específicamente aseguradoras.
Críticas injustificadas
Un portavoz de la CLEA, para cuya financiación se arbitró hace tres años un recargo del 5 por 1.000 sobre las primas ajenas al seguro de vida, declaró que las críticas a su funcionamiento son injustificadas y muy minoritarias dentro del sector asegurador. Añadió que, después de las dificultades de puesta en marcha de este procedimiento para enterrar verdaderos cadáveres empresariales, la comisión funciona satisfactoriamente y ha eliminado ya totalmente 38 compañías, ha propuesto planes de pago a 54.000 acreedores (de los cuales han aceptado 25.000) y ha realizado un total de 15.000 actuaciones judiciales.
La CLEA, cuyo presupuesto para 1988 ronda los 4.000 millones de pesetas, recibidos del consorcio de compensación de seguros en función de los gastos necesarios, acaba de recibir el respaldo definitivo a su papel mediante una sentencia del Tribunal Constitucional que resuelve cuestiones planteadas por la Audiencia Territorial de Valencia y la Magistratura de Trabajo número 13 de Madrid.
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