Los terroristas del IRA pretendían atentar contra soldados británicos que estuvieron dos años en el Uster
Los tres terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA) abatidos por sorpresa el domingo en Gibraltar eligieron esta colonia porque su objetivo era asestar un fuerte golpe en la mañana de hoy al Royal Regiment Anglian, unidad del Ejército británico que durante dos años ha permanecido destacada en Londonderry (al oeste de Belfast), presumiblemente dedicada a labores de vigilancia, control y represión de esta organización, según fiaentes oficiosas. El citado regimiento es la típica unidad móvil que cambia cada dos años de guarnición y que llegó desplazada a Gibraltar como compensación, en descanso de dos años, de una misión especial en el Ulster. Por su parte, el ministro de Exteriores británico, sir Geoffrey Howe, señaló ayer que el vehículo que iba a ser utilizado supuestamente para el atentado no contenía explosivos.
ENVIADO ESPECIALLos tres terroristas fijeron abatidos por tiradores de elite del SAS pocos minutos después de dejar abandonado en un callejón del centro del Peñón, situado a 600 metros del convento -nombre del edificio por el que se conoce a la residencia del gobernador británico, sir Peter Terryun automóvil R-5 blanco en el que en un principio se suponía que almacenaban una importante cantidad de explosivos. Los artificieros de la policía, ayudados por un robot y auxiliados precisamente por soldados del Anglian en traje de faena, descubrieron avanzada lit noche del domingo y tras varias horas de trabajo, que este automóvil, al parecer de alquiler, no contenía explosivo alguno.Pese a ello, los servicios de información militar insistían ayer que los terroristas habían preferido situar primero en el lugar elegido al automóvil y luego dotarle del explosivo. Esto ha provocado que toda la policía de Gibraltar se dedicara en la jornada de ayer a rastrear la ciudad en busca del material, que sospechan se encuentra en otro vehículo, aún no localizado. El hecho de que los tres terroristas, que no iban armados, perecieran bajo el fuego de los agentes especiales del Ejército británico ha impedido obtener una información que facilite la localización del explosivo y ha provocado una serie de confusas informaciones -entre ellas las ¿lue aseguraban que el coche contenía 200 kilos de goma-2- que se vieron ayudadas a lo largo del día de ayer por el silencio y el mutismo de las autoridades del Peñón.
Relevo de la guardia
El lugar donde fue abandonado el R-5 blanco es un callejón próximo a la calle Realy colindante al asilo hebreo donde cada martes, sobre las 10.30 de la mañana, se da cita la banda de música y una sección del regimiento británico del Peñón, encargado de custodiar la residencia del gobernador. El cambio de guardia es un acto cívico-militar, de gran colorido, que concentra a turistas, colegiales y ciudadanos de Gibraltar por espacio de media hora. Los militares llegan en un autobús, que se estaciona precisamente en el callejón donde fue abandonado el vehículo y posteriormente, ya en formación, inician el acto del relevo de la guardia, que consiste en una ceremonia ante la fachada principal del convento y en un desfile posterior por las calles de la ciudad.
Fuentes de la policía indica ron ayer que de haber hecho explosión hoy el coche bomba, habría alcanzado de lleno al auto bús del regimiento, puesto que precisamente éste ftie aparcado en batería en el lugar exacto don de se detienen los militares antes de la formación. Las mismas fuentes calcularon en un centenar el número de soldados, entre músicos y centinelas, que participan en la ceremonia.
Medios consultados por este periódico han asegurado que desde hace más de una semana se detectó la presencia de núlitares adscritos a comandos especiales en el hotel Rock, uno de los dos más importantes del Peñón, y que el miércoles último un súbdito británico armado, que había llegado al aeropuerto en un vuelo procedente de Londres, fue retenido en la frontera. Los aduaneros gibraltareflos, tras consultar con el gobernador, le facilitaron la libertad y tras pasar el control español fue recogido por un vehículo policial.
La declaración del secretario del Foreign Office, sir Geoff-rey Howe, en la Cámara de los Comunes negando la existencia de explosivos en el vehícu.lo localizado en los alrededores del convento, restó fiabilidad a ciertas informaciones, la mayoría de ellas emitidas por la BBC, en las que se aseguraba que ETA Militar había dado cobertura al IRA facilitándole el material de una supuesta bomba. El hecho de que no aparecieran estos supuestos explosivos -se llegó incluso a asegurar que se trataba de goma-2-, destruyó cualquier hipótesis de concomitancia entre las dos organizaciones terroristas, si bien las sospechas continúan abiertas. Las autoridades británicas del Peñón, que reconocen que esta operación no se hubiera llevado a cabo sin la cooperación de la policía española, estiman sin embargo que la Costa del Sol es hoy día un acceso "demasiado vulnerable" no sólo para el terrorismo sino también para la droga y el tráfico de armas en esta parte del sur de Europa.
Destacada dirigente
Los tres terroristas del IRA muertos por los tiradores de elite del SAS son Sean Savage, Donald MeCann y Mairaid Farrell. Ésta última, de 31 años, era una destacada dirigente del IRA que permaneció diez años en una prisión de Belfast por participar en una acción contra un hotel en el Ulster.
Fuentes policiales aseguraron que los tres terroristas muertos -que no iban armados y que fueron sorprendidos por los agentes del SAS- formaban parte del denominado comando West Belfast. Todos ellos son originarios de los suburbios católicos, considerados los más nacionalistas, del oeste de esta ciudad.
La policía gibraltareña buscaba ayer por la ciudad a otros dos individuos, al parecer con apellidos alemanes, que se supone formaban parte del comando como enlace. Precisamente, los tres terroristas fueron abatidos cuando caminaban hacia la frontera española. En esta calculada operación participaron al menos dos grupos de agentes del SAS, que desaparecieron tras disparar dejando a los cadáveres en el suelo a la espera de que se hicieran cargo los policías del Peñón, que llegaron unos minutos después, de las diligencias.
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