Feliciano Angoitia

De profesión concejal, desde que hace cinco años decidió abandonar su trabajo de operador de ordenadores para trabajar como liberado de su partido, Euskadiko Ezkerra, hasta ahora ha estado repartiendo sus responsabilidades como militante con sus tareas de concejal en el municipio de Portugalete. A partir de ahora tendrá que demostrar que una concejalía específica de drogodependencia puede funcionar y realizar una labor importante entre los habitantes de su municipio.

Portugalete puede convertirse en un modelo que seguir por otras localidades que soportan las dificultades que supone convivir con la droga, los camellos y la delincuencia que genera. El alcalde decidió aprobar un plan de actuación sobre drogodependencia que presentó el grupo de Euskadiko Ezkerra, y le delegó su puesta en marcha."Yo también he fumado algún canuto cuando estuve en la mili", manifiesta, "porque me tocó ir a Melilla, pero ni siquiera fumo cigarrillos; mi único contacto con la droga lo tuve en la mili". En su opinión, Portugalete soporta unos niveles de consumo de droga muy similares a los del resto del País Vasco, pero con este plan de actuación también piensa incidir en temas como el tabaco y el alcoholismo. "Muchos me han dicho que ahora tendré que dejar de tomar vinos para dar ejemplo, pero no tengo por qué hacerlo. En general, todos nos relacionamos con los demás en las barras de los bares, e incluso creo que fumar un cigarro después de comer puede ser beneficioso y laxante. Otra cuestión muy diferente es la de la gente enganchada, que está enferma, a la que hay que decirle que hay otras cosas mucho mejores que la droga".

Quiere imponer un nuevo estilo de funcionamiento a la concejalía para que sea un lugar de encuentro para todos aquellos que estén preocupados por el problema de la droga, ya sean drogadictos, familiares de éstos o asociaciones populares. "Quiero hacer que en Portugalete ningún ciudadano se sienta solo ante el problema de la droga, que todos sepan dónde acudir y dónde pueden ayudarles, y recibir información sobre cualquier asunto relacionado con la drogodependencia".

Feliciano tiene ahora 39 años, está casado y tiene un hijo de cinco años. No le ha tocado vivir la drogodependencia como un problema directo, pero acepté la responsabilidad de la concejalía como hombre político que es, y espera poder difundir el mensaje de que un problema tan grave puede tener remedio.

Dentro de las líneas de actuación de su concejalía, contempla un plan de asistencia a los drogadictos para que recíban de manera gratuita la asistencia y el tratamiento necesario para superar cualquier enfermedad producida por el consumo de drogas. Para poner en marcha la prevención de la drogodependencia quiere contar con tres tipos de ayuda: de los profesionales del control del tráfico de drogas, de los profesionales de la sanidad y de los maestros y profesores que trabajan con jóvenes. Para ello va a comenzar una campaña de información por todos los centros de enseñanza de Portugalete que ponga sobreaviso a los jóvenes de lo que pueden encontrar en el mundo de las drogas. También tiene previsto realizar un plan para que los drogadictos que han dejado de serlo puedan reintegrarse a la vida cotidiana en condiciones normales.