Los seis países balcánicos acuerdan en Belgrado mantener encuentros regulares

Los seis países balcánicos expresaron ayer su voluntad política de cooperación, anunciaron encuentros regulares y se congratularon por el nuevo diálogo iniciado en la capital yugoslava. La primera reunión de ministros de Exteriores, de los seis países balcánicos concluyó ayer en Belgrado con la emisión de un comunicado conjunto en el que muestran su satisfacción por el cambio cualitativo en sus relaciones.

El encuentro entre esos seis países, enfrentados por numerosos contenciosos territoriales, étnicos, religiosos e ideológicos, arroja un resultado que supera las expectativas más optimistas. El mero hecho de la emisión de un comunicado conjunto es ya un éxito de la reunión.Albania, Grecia, Turquía, Rumanía, Bulgaria y Yugoslavia reconocen en el comunicado que "la celebración de este encuentro es ya en sí una importante contribución a la distensión en la región y a la creación de un clima de amistad y de diálogo en los Balcanes. Expresamos nuestra convicción del que el desarrollo de la cooperación multilateral y la promoción de las relaciones bilaterales sólo puede conseguirse con una aproximación gradual y realista, trabajo perseverante y esfuerzo continuo".

La posibilidad de un encuentro de jefes de Estado de los seis países se "examinará más adelante, cuando hayan sido creadas las condiciones apropiadas", añade el comunicado. Los países balcánicos bloquean así Ios intentos de Rumanía de secuestrar el diálogo balcánico para revitalizar la imagen internacional del presidente Ceaucescu. Rumanía había propuesto la celebración de una cumbre de jefes de Estado en Bucarest. Los demás países parecen decididos a no dejar mancillar el incipiente proceso de cooperación balcánica con un alarde propagandístico rumano.

Pese a que en principio sería Bucarest el sitio más indicado para el encuentro, ya que Rumanía no mantiene litigios graves con sus vecinos meridionales, la deteriorada imagen de Ceaucescu en el mundo y la certeza de que éste quiere escenificar una cumbre balcánica para erigirse en su artífice y protagonista, parecen disuadir a todos los demás participantes en este nuevo e insólito diálogo en una de las regiones tradicionalmente más conflictivas del mundo.

Factor de cohesión

Pese a la presión que ejerce Bucarest sobre los dos millones de húngaros en Transilvania, Rumanía firmó el Comunicado en el que se señala que "las minorías nacionales deben ser un factor de cohesión, de estabilidad, de relaciones amistosas y cooperación".Los seis países balcánicos anunciaron "en principio" mantener periódicamente encuentros de sus ministros de Asuntos Exteriores. Subrayaron también la necesidad de encuentros regulares de altos funcionarios. El primero podría celebrarse en el segundo semestre de este año en Sofía.

El comunicado recomienda la celebración de un encuentro de ministros de Economía aún en este año en Turquía y, una reunión de ministros de Transportes de los seis Estados en Yugoslavia, también en 1988. En Rumanía podría celebrarse una reunión sobre cooperación industrial y tecnológica. También acordaron una mayor cooperación en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y el terrorismo.