La "chica de Txiki"

Parece ser, según la foto que aparecía el pasado día 24 en primera página, que yo soy una chica de Txiki. Le agradezco a. EL PAÍS que me informe tan puntualmente de a quién pertenezco.Cuando menos, el pie de foto me dejó estupefacta: nunca me he considerado la chica de nadie, salvo de mí misma, y con eso ya tengo bastante.

No quiero entrar en un discurso farragoso sobre el contenido misógino y abiertamente humillante de las frases vertidas, pero habría que recordar quizá que una buena parte de esas chicas han luchado por que las condiciones de vida de las mujeres de este país fueran mejores y más dignas en una época en la que salir en las fotos de cualquier diario no era lo más recomendable.

Muchas feministas que siempre defendimos que la lucha de las mujeres debía ser independiente de la militancia en los partidos políticos, porque esa independencia nos garantizaba una libertad de actuación que los partidos Políticos (entonces en la clandestinidad) y los propios compañeros de partido no nos permitían, hemos tomado la decisión de integrarnos ahora en ellos. Y se debe a una razón muy concreta: la situación ha cambiado, y la realidad nos ha demostrado que las organizaciones fenunistas independientes, que tan válidas fueron en las décadas de los sesenta y setenta, no son hoy un instrumento eficaz para una lucha cuyo contenido reivindicativo ha variado sustancialmente.

Su periódico podría haberse tomado la molestia de recoger la noticia con un poco más de rigor y menos visceralmente. Su foto y su pie de página nos recuerdan una venganza de alguna cuenta pendiente con las mujeres, y ese tipo de cuentas se dirimen en otros lugares, no en un periódico-

directora de Programas del Gabinete del presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana.