Cuarenta años después.
Un desfile militar en la plaza de la Ciudad Vieja de Praga, cubierta de nieve, marcó ayer el 402 aniversario de la toma del poder por los comunistas en Checoslovaquia. El máximo dirigente del partido, Milos Jakes, presidió la ceremonia, en la que no hubo delegaciones extranjeras. A mediodía, todas las sirenas del país se pusieron en marcha. Para la noche estaba previsto que unos espectaculares fuegos artificiales saludaran la memoria de Klement Gottwald, el primer ministro que, el 25 de febrero de 1948, utilizó una crisis de Gobierno que despojó definitivamente del poder a socialdemócratas y democristianos.
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