La recaudación por el impuesto sobre la renta de las personas físicas creció el 46,6% en 1987
Los ingresos del Estado durante 1987 ascendieron a casi siete billones de pesetas -6,917billones-, con un crecimiento del 22,62% sobre los obtenidos un año antes, según los datos facilitados ayer por el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. Los ingresos por el impuesto sobre la renta crecieron el 46,6%, hasta situarse en 2,298 billones de pesetas. Los impuestos directos superaron en 1987, aunque ligeramente, a la recaudación obtenida mediante los impuestos indirectos. El crecimiento de los impuestos directos se acercó al 45%, hasta situarse en 3,143 billones de pesetas, mientras que los indirectos sumaron 3,142 billones, con un aumento del 13%.
La composición de los ingresos del Estado en el pasado ejercicio volvió a cambiar de tendencia, tras unos años en los que los ingresos por impuestos indirectos habían sido superiores a los recaudados por la imposición directa. La diferencia en 1987, aunque muy ligera, a favor de los impuestos directos supone en realidad algo más, ya que se ha eliminado la diferencia que en 1986 existió, de algo más de 600.000 millones de pesetas, por recaudación indirecta sobre la directa.Los ingresos totales por el impuesto sobre la renta de las personas físicas en 1987 fueron de 2,298 billones de pesetas, con un aumento del 46,62% sobre los obtenidos un año antes, y se ha debido tanto a las retenciones a cuenta de la liquidación del impuesto que deberá realizarse en junio de este año como a la cuota diferencial que se obtuvo cuando, en el mes de junio de 1987, se liquidé el impuesto de 1986.
Las retenciones sobre el rendimiento del trabajo aumentaron casi un 30%, mientras que la cantidad obtenida por las retenciones sobre los rendimientos del capital lo hicieron en un 95%. La cuota diferencial neta -diferencia entre las liquidaciones positivas correspondientes a 1986 y las que tenían derecho a devolución- se situó en casi 356.000 millones de pesetas, con un aumento del 80,5% sobre un año antes. Este aumento fue consecuencia de que durante los dos últimos años no se había modificado la tarifa del impuesto, y la subida salarial, por efectos de la inflación, elevó de forma considerable el pago real de impuestos.
Sociedades
El impuesto sobre sociedades, la otra gran contribución directa, tuvo unos ingresos de 759.451 millones de pesetas, con un crecimiento del 45% sobre 1986, consecuencia de la fuerte recuperación económica registrada en los últimos ejercicios, que empieza a aflorar en mayores ingresos para el Estado, aunque las posibilidades reales de desgravación fiscal siguen reduciendo en bastantes puntos el tipo efectivo real que las empresas tienen que soportar.El crecimiento de los impuestos indirectos fue en el pasado ejercicio bastante más moderado -cerca el 13%-, siendo importante el aumento de recaudación por IVA, un 29%, hasta situarse en 1,8 billones de pesetas, y en impuestos especiales, que superaron los 700.000 millones de pesetas, con un incremento del 40% sobre lo obtenido en 1986.
El aumento de la recaudación por IVA es un reflejo del crecimiento económico, sobre todo del aumento del consumo final registrado en el pasado ejercicio. El crecimiento de la demanda interna también ha influido en el aumento de los ingresos por impuestos especiales, entre los que se encuentran los de ventas de derivados del petróleo, en especial las gasolinas, cuyo precio no varió, a pesar de la caída del dólar.
Ingresos no financieros
La fuerte actividad económica del pasado año provocó un aumento, muy por encima de lo inicialmente previsto, de los ingresos no financieros del Estado, que ha permitido hacer frente a un mayor incremento de los gastos y que el déficit público se redujera en relación con el nivel alcanzado en el año anterior, hasta situarse en 1,33 billones de pesetas, un 7,8% menos que en 1986.
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