Rabia

Rabia y asco me produce el despido de mi amiga Filo Solé. Ha sido despedida por tener una hija, o, lo que es igual, no la han admitido después de una excedencia de seis meses por maternidad en la empresa donde ha trabajado desde hace 14 años.Ya en la calle, le han ofrecido la generosa posibilidad de continuar la excedencia seis meses más, y si entonces "hay trabajo para ella" y, "naturalmente", renuncia al horario reducido por maternidad, podrá reingresar en Tecmatic, SA, que así se llama esta empresa modelo, filial de Cedisa, SA, y afincada en Terrassa.

Y pienso que será una empresa ejemplar; porque su gerente es Joan Ricart, un habitual en las negociaciones del convenio colectivo del metal de la provincia de Barcelona.

Este presunto caballero, al que supongo un hábil negociador de convenios colectivos, es el responsable directo del despido de mi amiga Filo, que está en la calle desde el 4 de diciembre, sin cobrar un duro y esperando el juicio en Magistratura.

Supongo que en Tecmatic, SA, e incluso en Cedisa, SA, cualquier trabajadora que quiera tener hijos se lo pensará muy mucho antes de acogerse a los beneficios que garantiza el convenio por maternidad. Aunque sean un derecho legal, qué más da si luego te despiden de todas formas. ¿Era esto lo que se buscaba?

Creo que el gerente Joan Ricart ha cometido dos actos ilegales (¿delitos?): el primero, al no permitir el ingreso automático en el puesto de trabajo al finalizar la excedencia por maternidad, y el segundo, al chantajear con el puesto de trabajo para conseguir la renuncia a un derecho que consta en el convenio.

Sinceramente, no alcanzo a imaginar cuál sería la actitud de este gerente, caso de no haber participado directa y personalmente en las negociaciones y firma del convenio colectivo. Ofreciendo tales muestras de coherencia, que tiemblen los trabajadores del mismo ante el próximo convenio y que los sindicatos tomen buena nota de la nueva estrategia patronal para evitar la reducción de horario y excedencias por maternidad.

Por último, quiero recordar que el PSOE prometió en alguna campaña electoral aumentar la baja por maternidad a seis meses como mínimo. Si ya les votaron, ¿para cuándo esta ley? ¿Cuántas mujeres, como mi amiga Filo Solé, ya no la disfrutarán?