Un ejercicio de estilo
Esquirlas -el espectáculo que el grupo de danza catalán Danat presenta este fin de semana en la sala Olimpia, de Madrid,- tiene una calidad difícilmente discutible. El trabajo de reducción del movimiento de la coreógrafa alemana afincada en Barcelona Sabine Dahrendorf no sólo está hecho con seriedad, sino que se inserta en un esfuerzo de integración estética y ambiental con los demás elementos de la escena (la música original de Leo Mariño la escenografía de José Menchero, el vestuario de Sybilla y las luces de María Doménec), revelador de una claridad de intenciones en principio bien venida, en un terreno en el que es más que frecuente perderse.La presencia física y el nivel técnico del grupo de cinco bailarines - Llum Bordalés, Esther Escolano, Alfonso Ordóñez y Mercedes Recacha, además de la propia Dahrendorf - sostienen sin ningún problema este ejercicio de estilo, que fue seguido por el público con evidente interés.
Esquirlas
Compañía Danat Danza. Coreografía: Sabine Dahrendorf. Escenografía: José Menchero. Vestuario: Sybilla. Música: Leo Mariño. Diseño de luces: María Doménec. Intérpretes: Llum Bordalés, Sabine Dahrendorf, Esther Escolane, Alfonso Ordóñez, Mercedes Recacha. Sala Olimpia. Madrid, 4 de enero.
Inventar la moda
Sin embargo, es difícil no preguntarse qué hubiera podido hacer una coreógrafa como Sabine Dahrendorf -cuya formación evidencia pulcritud y cuyo talento personal se hace presente a lo largo de los sesenta minutos que dura la obra - si el corsé de reducción minimalista que se ha impuesto hubiera sido un poco menos estrecho; si en lugar de seguir la moda se hubiera decidido a inventarla, como ha hecho la diseñadora Sybilla, cuyos figurines son, sin duda, uno de los atractivos de la producción.
Babelia
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