Vergüenza ajena
Como persona, no estoy sorprendido, tal vez indignado, por los sucesos que ocurren a diario en este país de pandereta; pero como educador me preocupan. En los últimos días han sido difundidas por la Prensa dos noticias insólitas: la expulsión de un alumno de un colegio de Mataré (Barcelona), por llevar un pendiente, y la de otro de un colegio de la provincia de Jaén, por llevar a clase un cartel de una conocida cantante en topless. ¿Acaso no saben los directores de los centros y los inspectores de las respectivas zonas que la prohibición provoca la morbosidad?Ante tales evidencias cavernícolas, el señor Maravall debería, antes de acometer el laborioso plan de la reforma de la enseñanza, iniciar un proceso paralelo de reforma mental de este tipo de enseñantes e inspectores, pues, de lo contrario, cualquier esfuerzo resultará baldío y se verá abocado al fracaso desde sus inicios.- . Profesor de EGB, licenciado en Filosofía y Letras.
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