Rosa Luxemburgo o el ídolo subversivo
La RDA censura las consignas de la gran dama del comunismo alemán
Hay quien dice que si los grandes ideólogos y políticos de comienzos del movimiento obrero vivieran hoy, estarían en las cárceles de algún país del socialismo o en el exilio en París o Ginebra. Esta afirmación es indemostrable y gratuita. Ahora existe, sin embargo, la certeza que la gran dama del comunismo alemán, Rosa Luxemburgo, habría dado con sus huesos en la cárcel de Rummelsburg si hubiera osado pronunciar algunas de sus frases mas célebres en la manifestación que se celebró el día 17 en Berlín Este,precisamente en su honor.
Más de 120 personas fueron detenidas por la policía política cuando intentaban desplegar pancartas con aquellas frases de Rosa Luxemburgo de las que el régimen comunista de Berlín Este no quiere acordarse. De ellas, 54 llegaron justo una semana después a la RFA. "La libertad es siempre la libertad de opinión para los demás" y "El que no se mueve no siente sus cadenas" son dos de estas sentencias de la fundador a del grupo Spartakus de la izquierda revolucionaria alemana, que las fuerzas del orden en Berlín Este consideraron intolerables.Lejos de los incidentes, en la manifestación oficial, el jefe del Estado, Erich Honecker, y la plana mayor de partido y Estado desfilaban entre aplausos al son del himno en honor de las dos grandes figuras de la izquierda alemana: "Hemos nacido para la lucha, se lo juramos a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht le estrechamos la mano".
"La herencia de estos dos revolucionarios está en buenas manos", aseguran Prensa y pancartas oficiales. La falta de autocrítica, que Gorbachov no ha dejado de fustigar en sus visitas a Berlín Este, sigue dominando toda la retórica oficial en la RDA. "No tenemos ninguna necesidad de recuperar nada en cuanto a la democracia", señaló hace unos días el ideólogo del partido, Kurt Hager, que se ha lanzado, en nombre de los círculos más reaccionarios del partido, a una campaña para advertir a la población que, pase lo que pase en Moscú, en Berlín Este las cosas van a seguir como hasta ahora.
Los grupos participantes en la acción independiente reprimida el domingo no son ni un movimiento popular de protesta ni una iniciativa de sectores antisocialistas. Por el contrario, se trata de minúsculas asociaciones de jóvenes que tan sólo se dedican a recordar al régimen lo que este mismo ha prometido y se niega a cumplir. Para dar énfasis a su lealtad al régimen socialista, se remiten a grandes figuras del movimiento comunista, ya sean Rosa y Karl o el dirigente soviético Mijail Gorbachov.
La reacción del régimen
El régimen reacciona, primero, con desconcierto; después, con nerviosismo; finalmente, con represión. Ya sucedió así cuando, el pasado verano, jóvenes de Berlín Este se reunieron ante el muro, pidieron su derribo y corearon el nombre al que van unidas las esperanzas de cambio en la RDA: Gorbachov. Tanto los líderes obreros asesinados en 1919 por la chusma militar prúsiana como el líder soviético son personalidades cuya interpretación el partido no se quiere dejar arrebatar.En diversas ciudades de la RDA prolifera desde hace mesesuna nueva forma de protesta contra la denegación del permiso de emigración a Occidente. Las familias afectadas colocan en las ventanas que dan a la calle una foto de Gorbachov con dos velas encendidas. En varias ocasiones ha intervenido la policía para que fueran retirados los improvisados altares a santo tan profano.
Las autoridades han expulsado del país hacia Occidente a varios de los más significados miembros de los grupos independientes que participaron en la acción. Recurre así, una vez más, a la práctica de expulsar a la RFA a quien por su activismo pueda sembrar la crítica entre -su población, hasta ahora la más sumisa del este de Europa.
Ya no son sólo los pequeños grupos de jóvenes religiosos y activos en la capital los que crean quebraderos de cabeza a las autoridades. Desde que el pasado año, en el marco de la mejora de relaciones con Bonn, se aumentaron drásticamente los permisos de visita a Occidente, se incrementaron las protestas y las señales de descontento por estrecheces en el abastecimiento dediversos productos, por la falta de información, por las restricciones para viajar. La gente que regresa de pasar varios días con familiares en la RFA compara ya en voz alta en los comercios, con los amigos y compañeros de trabajo.
Bloquear la apertura
Pese a las advertencias del sector más duro del partido, que teme el especial riesgo de desestabilización a que está expuesta -la RDA en la frontera entre ambos bloques, Berlin Este sabe que, a la larga, no podrá bloquear un proceso de apertura que en los demás países socialistas ya se perfila con claridad y no es sólo una . "modernización económica" como intentan hacer creer a la gente personajes como Hager.Hungría y Polonia ya permiten a sus ciudadanos salir a Occidente cuando quieran. Los ciudadanos de estos países tienen el pasaporte en la cómoda de casa y no en la comisaría, como sucedía antes. La RDA está restringiendo los viajes a Hungría desus ciudadanos y ahora anuncia restricciones en los viajes a Checoslovaquia, único país al que los alemanes orientales podían viajar sin visado.
Para un país moderno como la RDA, que quiere competir económica e industrialmente en el continente y con amplios intercambios comerciales con Este y Oeste, la vía del aislamiento es imposible. Para adoptar el camino de la apertura, transparencia y democratización, tendrá que, deshacerse aún de sectores que creen poder tratar a los que .piensan de otra forma" sin acordarse de la frase de Rosa Luxemburgo- sobre la libertad. Quizá el próximo año, en el 70º aniversario del asesinato de la revolucionaria, la policía de la RDA no se atreva a censurarla.
Las relaciones interalemanas tampoco han podido quedar al margen de la disputa. El pasado domingo, se anunció que una delegación del partido comunista de la RDA y de sus juventudes suspendía su viaje a la RFA, a donde habían sido invitados por el Partido Socialdemócrata, "a causa de la situación politica".
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