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Israel mata a tres guerrilleros palestinos infiltrados

Tropas israelíes mataron ayer, de madrugada, a tres guerrilleros de un comando palestino que intentaba penetrar en Israel cruzando la frontera desde Líbano, en una zona que se halla tan sólo a 10 kilómetros del kibutz Menara. Un soldado israelí resultó gravemente herido en el enfrentamiento. La huelga general de los comercios fue seguida mayoritariamente en su segunda jornada, en la que se produjeron numerosos enfrentamientos entre jóvenes palestinos que tiraban piedras y tropas israelíes que les reprimían con palos, siguiendo las nuevas órdenes del ministro de Defensa, Isaac Rabin, de no disparar.

Se trata del segundo intento de atravesar la frontera en menos de un año. En abril del año pasado, dos soldados israelíes murieron en un enfrentamiento similar. A finales de noviembre de 1987, antes de que estallara la actual situación de violencia, un guerrillero palestino cruzó la frontera en un ala delta y atacó a una guarnición israelí, causando la muerte de seis soldados.Isaac Rabin felicitó ayer a los soldados que se enfrentaron al comando guerrillero por su vigilancia y su combatividad. "Este atentado terroiista, dijo, "debería recordar a todos aquellos que lo han olvidado que la OLP no ha renunciado a atacar a Israel y matar a tantos judíos como le sea posible". "Rabin pega fuerte, pero nuestros jóvenes no se doblegan", dijo con fiereza un camarero entrecano de un café de Jerusalén Este. Ayer hubo manifestaciones de jóvenes palestinos en muchas ciudades y pueblos de la Cisjordania ocupada, acompañadas de enfrentamientos con los soldados israelíes, como fue el caso en Ramalá, Dahariya y Jerusalén Este, donde también se produjeron sentadas frente a la Asociación de Periodistas Árabes (en la que participaron periodistas, escritores y artistas), y ante la sede de la Cruz Roja Internacional, adonde acudieron las familias de los palestinos deportados acompañadas de numerosas mujeres que pedían la vuelta de los expulsados.

Huelga general

La segunda jornada de la huelga general de los comercios fue ampliamente seguida en Jerusalén Ramalá, Hebrón, Nablus y casi todas las ciudades de Cisjordania. En la franja de Gaza se mantiene el toque de queda en ocho campos de refugiados, que albergan a unas 200.000 personas.Un jeep militar fue alcanzado por una piedra en Hebrón, lo que provocó el estallido de su parabrisas, y su conductor atropelló a un joven palestino), dejándolo gravemente herido. Según las autoridades israelíes, fue un accidente; según los palestinos, fue deliberado.Las piedras han empezado a causar bajas entre las tropas israelíes: dos heridos en Ramalá, otro más alcanzado en la cabeza... ¿Qué sucede? ¿Los jóvenes palestinos se vuelven más atrevidos?, ¿han mejorado la puntería de sus ondas? No exactamente.

Cumpliendo las nuevas instrucciones de Rabin de "no disparar, pero sí zurrar a los cabecillas", los soldados se acercan mucho más a los manifestantes, entablando peleas cuerpo a cuerpo en las que las porras y las culatas de los fusiles entran en acción, pero esto permite que también las piedras puedan alcanzar con mayor facilidad sus objetivos.

Deseosos de probar que los comercios "vuelven a abrir sus puertas" y que la huelga "toca a su fin", los soldados emplearon ayer barras de hierro para romper los candados de las tiendas cerradas. Sin embargo, una vez que los soldados se marchaban, los propietarios volvían a cerrar sus locales. Una escena que empieza a ser habitual, a pesar de que el portavoz del ejército y de la policía israelíes insiste en que se trata de "convencer, pero no de forzar" a los comerciantes para que cesen en la huelga.

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En Ramalá, ante la visita de Rabin, los soldados israelíes -reforzados con paracaidistas con boina roja- hicieron lo posible para que los comercios estuvieran abiertos, para recibir de forma más adecuada al ministro de Defensa. Nada más llegar Rabin invitó a los comerciantes para que le contaran sus problemas.

Un palestino se quejó de la brutalidad de los soldados: "Ni en Suráfrica se portan así".

¿Has vivido allí abajo?", le cortó Rabin. El comerciante siguió hablando: "El pueblo palestino no está contra Israel, queremos vivir en paz". Sin embargo, tras lanzar una mirada a su alrededor añade: "Queremos un Estado palestino con la OLP". (A su alrededor empiezan a gritar: "Sí, sí, queremos la libertad, la independencia".) A Rabin deja de interesarle la conversación, da media vuelta y se dirige hacia su vehículo. El portavoz del Ejército dice a los periodistas que "el espectáculo se ha terminado". Los comerciantes quieren cerrar sus comercios y los soldados se lo impiden.

[Los milicianos del movimiento chiita Arnal evacuaron ayer todas sus posiciones alrededor de los campos de refugiados palestinos de Chatila y Buj el Barajne, al sur de Beirut, sitiados desde 1985, informa AFP.]

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