Ruta de los Españoles

Le escribo como miembro de la expedición española al Everest 1987, de la que formé parte. El domingo día 27-12-1987 apareció en su periódico, en la sección Deportes, un artículo donde se recogían unas declaraciones del Comité Nacional de Expediciones, de la Federación Española de Montañismo, en el cual se cuestionaban la veracidad de la apertura de la ruta de los Españoles, abierta el pasado mes de agosto en la cara norte del Everest. Cuestionándose en dicho artículo la honorabilidad de la expedición y, por tanto, la mía. En el mundo de la montaña, la palabra es cuestión de honor, y si se puede acompañar dichas palabras (sobre las escaladas o hazañas realizadas) con pruebas que las documenten (croquis, fotografía, películas, etcétera), tanto mejor.Adjunto le remito suficientes pruebas para demostrar, en primer lugar, que nuestra ruta (ruta de los Españoles) no coincide ni es la ruta Japonesa, sino una nueva ruta que arranca 100 metros a la derecha de la ruta Japonesa y a 7.100 metros de altura la cruza, para seguir nuestra ruta a la izquierda de la Japonesa, hasta la entrada del corredor Horbein, donde ambas (rutas Española y Japonesa) coinciden con la ruta Americana. Por tanto, la ruta Española, hasta los 7.800-8.000 metros, es considerada nueva vía del Everest, y así lo reconoció la Asociación China de Montaña.

En segundo lugar, nos recrimina dicho comité que nuestra expedición ha sido poco ética por haber ocultado el llevar sherpas. Cuestión que a todas luces es incierta. En ningún momento hemos ocultado la presencia de sherpas en la expedición, y como prueba le adjunto el folleto que editó la expedición en noviembre de 1986, en el cual afirmamos en el apartado referente a logística: "Querernos asegurar el éxito de alcanzar la cumbre. Esto significa que no se caerá en limitaciones presuntamente éticas, como la de no contratar sherpas. Además de contratar sherpas...". Como se puede ver, no existe ninguna ocultación sobre dicho tema.

Sin entrar en polémicas sobre la ética del montañismo, de la cual se podrían escribir libros, únicamente afirmar, como ya lo hizo mi compañero y jefe de expedición, el señor Antonio Ramos, que las declaraciones del Comité Nacional de Expediciones sólo se explican por las rencillas personales de los miembros de dicho comité con algunos miembros de nuestra expedición.

Por otra parte, deseo exponer mi queja de cómo un periódico como EL PAÍS se presta a tamaña manipulación sin investigar seriamente sobre lo que publica. Saben ustedes el daño que con dicho artículo hacen al montañismo y a futuras expediciones. Llama la atención que antes y durante la expedición EL PAÍS nos prestó escasa atención y, sinembargo, al mínimo rumor de polémica EL PAIS nos dedica media página.

Sin otro particular, y esperando den a esta carta la misma importancia que dieron a las declaraciones del mencionado comité, atentamente.- Miembro de la expedición española al Everest 1987.