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El fiscal pide penas de 13 años a 4 meses para los presuntos secuestradores de Lipperheide

Cinco presuntos miembros de ETA Militar fueron juzgados ayer en la Audiencia Nacional acusados del secuestro del industrial vizcaíno José Lipperheide, el 5 de enero de 1982, en Leioa (Vizcaya). Los acusados son el matrimonio José Antonio Usasola y María del Carmen Pérez Bilbao, y Antonio Botello, presuntos integrantes de la infraestructura del comando Vizcaya, así como los liberados Luis Alberto Pastor Landa y José María Astola. El fiscal pide para Usasola 13 años de prisión como autor material del secuestro; cinco años para Pérez Bilbao y Botello, como cómplices, y para Pastor y Astola, cuatro meses, por encubridores.

Además, el fiscal pide que e indemnice a los herederos de Lipperheide -el industrial falleció el 2 de septiembre de 1986 por causas naturales con 12 millones de pesetas por los daños físicos y morales ocasionados por el secuestrado, y con 150 millones de pesetas por la cantidad que la familia tuvo que abonar en concepto de rescate.Según el fiscal, el secuestro fue perpetrado por cinco miembros de ETA, encabezados por Alfonso Etxegarai y de acuerdo con las órdenes recibidas de Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros. El primero se encuentra expulsado en Santo Tomé, y el segundo está preso en Francia. Sin embargo, Usasola custodió a Lipperheide durante su secuestro en un habitáculo preparado con ese fin, situado en una lonja de su propiedad. Su esposa preparó los alimentos para el secuestrado y Botello trasladó a Santi Potros, que se encontraba en Francia, diversas cartas de los terroristas relativas al secuestro. Astola y Pastor se deshicieron de una bolsa que contenía las armas utilizadas en la acción.

Todos los acusados negaron las imputaciones del fiscal, a excepción de Astola, condenado por otros muchos delitos, que reconoció haberse deshecho de la bolsa con las armas.

El defensor, el parlamentario europeo de Herri Batasuna, Txema Montero, pidió la absolución para todos ellos por falta de pruebas, excepto para Astola, para el que pidió la pena de un mes y un día, como encubridor, ya que confesó haber ocultado las armas.

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