La garantía relativa de una fecha burocrática
Con la inscripción de la URSS para participar en los Juegos de Seúl, algo que se esperaba según las últimas declaraciones de dirigentes soviéticos, son ya 154 los comités olímpicos nacionales que han respondido de forma afirmativa a la invitación hecha por el Comité Olímpico Internacional (COI). Después de la renuncia de esta madrugada de Corea del Norte, únicamente quedan 12 por contestar a la invitación: Checoslovaquia, China, Afganistán, Siria, Tanzania, Seychelles, Vietnam, Cuba, Nicaragua, Etiopía, Madagascar y Albania.
A cinco días del fin del plazo de inscripción, que concluirá a las 24 horas del domingo 17, la situación parecía, tras el sí de la URSS, muy favorable para el olimpismo. Sin embargo, cabía recordar que nunca hasta ahora se había hecho tanto hincapié en una fecha puramente burocrática, ni siquiera recordada en las correspondientes de los Juegos de Moscú, en 1980, y de Los Ángeles, en 1984. Entonces, los boicoteos posteriores las convirtieron en inútiles. Los respectivos bloques, el occidental, primero, y el socialista, después, debidamente inscritos, se retiraron antes del comienzo. Incluso el mismo día lo hicieron los países africanos en Montreal 76.
Por eso, aunque la cifra de inscritos ahora es ya superior a la de 1984, tampoco es aún récord oficial. La de entonces, 140, fue de países participantes, descontados los inscritos y que luego no fueron, 14.
Estados Unidos, como principal promotor del boicoteo a Moscú, tras la invasión soviética de Afganistán en 1979, anunció que no iría a falta de cinco meses. La URSS contestó negativamente a Los Ángeles aún más cerca, a sólo dos. Para la próxima cita de Seúl, quedan ocho. Los soviéticos y restantes países socialistas -salvo Rumanía y China, que rompieron la disciplina por distanciamiento de la URSS en ese momento- adujeron como principal razón oficial para no acudir a la cita californiana "la falta de seguridad". Nadie lo creyó.
Ahora, en un país tan conflictivo como Corea del Sur -que ha provocado por primera vez la importancia de la fecha límite de inscripción-, sí hay garantías, por el momento. Es curioso. Aún le faltan por celebrar unas nuevas elecciones legislativas en primavera, tras las ya polémicas presidenciales; sigue sin relaciones con los países socialistas, que han aceptado la invitación del COI -por primera vez, y no la del comité organizador, para evitarla, precisamente-, y todos ellos se inscriben recordando una condición: que entre también en la organización Corea del Norte. Pero ésta ya no es una incógnita. Anoche respondío negativamente. Esto puede constituir una bomba de espoleta retardada. Si Checoslovaquia, uno de los pocos países importantes que quedan por inscribirse, parece que lo hará el viernes y China incluso antes, otros, como Cuba, Albania, Etiopía o Nicaragua esperaban fielmente a comprobar cómo quedaban los norcoreanos.
Seúl llevaba ayer por la mañana el camino deportivo del éxito, pero el olimpismo va aún a remolque de la política. Una inscripción es sólo una garantía relativa.
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