Investigadores judios, árabes y cristianos se reúnen en Toledo

La ciudad de Toledo es desde ayer -y durante cuatro día- un punto de convergencia de tres culturas en conflicto en el contexto actual de la política internacional. Investigadores árabes, judíos y cristianos se sentaron ayer mezclados entre el público durante la ceremonia de inauguración del V Congreso de las Tres Culturas que este año se desarrolla bajo el lema Magia y mística en Toledo.Se esperaba la asitencia de la Reina para el acto, aunque a última hora no pudo acudir según el mensaje que envió a los organizadores.

Las anteriores ediciones de este congreso no pudieron contar con la deseada presencia de representantes de la cultura islámica debido a las dificultades que representaba su trsalado requerido a través de las universidades de sus respectivos países. En esta oportunidad los organizadores recurrieron a las embajadas de Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos, Qatar y la Liga de los Estados Árabes.

Los investigadores de estos países han podido acudir al congreso pero fue notoria la ausencia de los representantes diplomáticos de la mayor parte de esos países.

Sólo los embajadores de Egipto e Isreal decidieron acogerse durante unos momentos bajo el mismo techo en el museo de Santa Cruz, en Toledo.

"No sé cuáles puedan ser los resultados de este congreso, pero quisiera que no sea utilizado con fines políticos" afirmó el embajador de Egipto, Abdul Nasr. "Es una excelente oportunidad para iniciar un diálogo entre las tres culturas y espero que estos momentos de reunión sirvan para construir las bases de un mundo mejor".

Un momento de calma

Para el embajador israelí, Sholom Ben Ami, el congreso sobre las tres culturas representaba un momento de calma después de la agitación de las últimas semanas. "La realización de este congrso representa para mí el momento más bello del último mes", afirmó."Pero es aún más positivo que haya venido la representación de una embajada árabe porque es una prueba de que puede haber un diálogo entre ambas culturas. Para nosotros es un reto intentar recuperar el diálogo. España fue en el pasado un lugar de reunión y convivencia y ha sido siempre un país singular en Europa como crisol de nuestras culturas. Ahora, una vez más, contribuye a la iniciación del diálogo que es el primer paso a la solución de cualquier conflicto".

José Manuel Molina, alcalde de Toldeo, recordó como hace ocho siglos las calles de Toledo albergaron la convivencia pacífica de las culturas islámica, judía y cristiana.

"Toledo fue sede también en la Edad Media de la Escuela de Traductores, un antecedente de la universidad", afirmó Molina. "Los avateres políticos hicieron perder a Toledo gran parte de sus hijos, decretos dictatoriales acabaron con las minorias étnicas que poblaban la ciudad".