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Un centenar de celdas, incendiadas en un motín en una vieja cárcel australiana

Más de un centenar de celdas de la prisión de Fremantle, en Australia, fueron incendiadas el lunes, tras producirse un motín de 130 reclusos que protestaban por las malas condiciones del establecimiento penitenciario, construido en caliza y madera en el siglo XIX por reos traídos de Gran Bretaña. Los amotinados depusieron ayer su actitud, al cabo de 12 horas, y pusieron en libertad, sanos y salvos, a cinco guardianes que habían tomado como rehenes.

Al iniciarse el motín, que duró 12 horas, se entabló un duro enfrentamiento entre reclusos y guardianes, siete de los cuales resultaron heridos -alcanzados por piedras y otros objetos- y fueron trasladados al hospital.Unidades especiales de la policía tomaron posición en tomo a los edificios, mientras se entablaban negociaciones con los rebeldes sobre sus demandas, que la policía no quiso explicitar. La policía no quiso decir si al final se aceptaron algunas de las peticiones de los reclusos.

El incendio provocado por los amotinados tomó grandes proporciones debido a que los bomberos no pudieron llegar a los patios de la cárcel. Las puertas del recinto penitenciario no tenían la suficiente anchura para permitir la entrada de los camiones cistema.

Los bomberos se vieron así forzados a combatir el incendio desde fuera de los muros de la prisión. La temperatura a mediodía del lunes en la zona de Freemantie, en pleno verano en el hemisferio sur, alcanzó los 42 grados.

El inspector de policía Don Smoothy dijo que creía que el motín había surgido de forma espontánea, provocado por el calor extremo. Los presos que no participaron en la revuelta -tres cuartas partes de los reclusos de la prisión de Fremantie- fueron evacuados a una zona segura.

El motín ha provocado acusaciones por parte del Comité de Vigilancia de Australia Occidental sobre Derechos Humanos,y Libertades Civiles, en el sentido de que el Gobierno había ignorado los avisos repetidos sobre las condiciones "primitivas" en el penitenciario.

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Los reclusos comían en sus celdas y tenían que utilizar un cubo para lavarse, dada la falta de agua corriente, afirmó John Doohan, secretario del citado grupo de defensa de los derechos civiles.

Serie de protestas

Este motín es el último en una serie de violentas protestas en diversas prisiones de Australia. La semana pasada los guardianes utilizaron gases lacrimógenos para disolver una protesta en la cárcel de Long Bay, en Sidney.Dos semanas antes, una rebelión sangrienta se había saldado con 17 guardianes y ocho presos heridos en la prisión de Parklea en esa misma ciudad.

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