Tres jóvenes ataron a Carlos Robles Piquer, a su esposa y a su hija y robaron en su casa
., El domicilio de Carlos Robles Piquer, dirigente histórico de Alianza Popular y cuñado de Manuel Fraga, fue asaltado en la tarde del sábado por tres jóvenes, dos de los cuales parecían encontrarse afectados por el síndrome de abstinencia. En el momento del asalto se encontraban en la casa el propio Robles Piquer, su esposa, una de sus hijas, con su bebé de pocos meses, y una amiga de ésta. Todos ellos, excepto el niño, al que dejaron en la cuna, fueron atados con cables de lámparas y amenazados de muerte en varias ocasiones. Los ladrones se llevaron unas 50.000 pesetas en metálico y varias joyas.
"Afortunadamente no ha pasado nada, aunque el susto que nos llevamos fue mayúsculo", declaró ayer a este periódico el político conservador, que habita un chalé de una urbanización de Húmera. "Ayer, a eso de las 18.30, estábamos en casa mi mujer, mi hija con su hijo, y yo. Llamaron a la puerta. Era un chico joven que preguntaba por Paloma. Así se llama otra hija mía, así que le abrimos la puerta, y entonces entraron otros dos chicos, altos, delgados y muy nerviosos. El mayor, que parecía el jefe, llevaba un cuchillo de gran tamaño y los otros dos, pistolas de calibre pequeño".
Carlos Robles Piquer continúa así su relato: "Nos empujaron a todos a la salita de estar, amenazándonos con clavarnos el cuchillo. Parecía como si tuvieran el síndrome de abstinencia. El del cuchillo amagó varias veces con pinchar a mi mujer, y decía que a él no le importaba pincharse primero y luego infectarla con su sangre. Parece, según dijo, que tenía el SIDA. Sólo querían dinero y objetos de valor, que en casa no hay".
La caja fuerte
Los ladrones ataron a Robles Piquer y sus familiares utilizando cables de lámparas. Mientras tanto llegó a la casa una amiga de su hija, a la que también redujeron y ataron. "Empezaron a registrar mi dormitorio y otras habitaciones. Estaban obsesionados con encontrar la caja fuerte. Al final nos quitaron todo el dinero que teníamos encima entre todos, unas 50.000 pesetas, y se apoderaron de algunos gemelos de oro y algunas joyas de mi mujer, de valor tanto económico como sentimental. La verdad es que nos ataron muy mal, porque nos liberamos enseguida".
"Los muchachos", añadió Robles Piquer, "utilizaron para la huida un Mercedes aparcado frente al chalé, propiedad de mi suegro". Robles Piquer presentó denuncia en la comisaría de Pozuelo de Alarcón.
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