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Triunfo simbólico de la Prensa británica ante Thatcher

La Prensa británica podrá publicar extractos del libro Inside intelligence, escrito por Anthony Cavendish, un antiguo agente del Servico Secreto de Información (Ml-6), según decidió ayer un tribunal de Londres. El Gobierno había intentado impedir que los dominicales The Observer y The SundayTimes publicaran fragmentos del libro. En lo que es un triunfo simbólico de los rotativos frente a las pretensiones gubernamentales, los periódicos podrán ofrecer detalles del volumen que no estén relacionados con cuestiones de seguridad nacional. Ambos publican hoy informaciones sobre Inside intelligence

El fallo fue acogido con resignación por los directores de los periódicos afectados. La anulación de la prohibición absoluta que buscaba el Gobierno "es una pequeña victoria, pero el tenor general de lo que viene sucediendo con The Sunday Times, The Observer, The Independent, The Guardian y la BBC, todos ellos implicados en limitaciones a la libertad informativa a instancias del Gobierno, sigue siendo tan preocupante como antes", manifestó Brian McArthur, director en funciones de The Sunday Times, que no piensa publicar hoy extractos del libro.

En Inside intelligence, Cavendish no hace revelaciones extraordinarias —apenas anuncia que Londres intentó instigar a sacerdotes católicos para que animaran a gente del IRA (Ejército Republicano Irlandés) a delatar a sus compañeros—, pero el Gobierno de Margaret Thatcher había insistido en aplicarle el mismo principio que le ha llevado a la interminable pelea de tratar de impedir que vea la luz Spycatcher, las memorias de Peter Wright, quien fuera responsable de los Servicios de Información (MI-5), el contraespionaje británico. Según el Gobierno, todo agente o ex agente tiene que llevarse sus secretos a la tumba y de los 22 capítulos de Inside intelligence, cinco no deben trascender.

El Gobierno logró una aparente victoria el viernes al conseguir que un juez prohibiera a The Observer publicar nada relacionado con el libro. El Ejecutivo llevó ayer a los tribunales a The Sunday Times con el mismo propósito, pero el juez estableció unas condiciones en las que se pueden publicar extractos del libro y falló que tales límites deberían ser también aplicados a The Observer, que estaba recurriendo la sentencia de la víspera.

La oposición ha hecho oír su voz en este caso, que ve como uno más en la política gubernamental de acoso a la Prensa, con el agravante de que convierte a los tribunales en instrumentos políticos. Según el líder laborista, Neil Kinnock, "los tribunales están siendo usados como una brazo del Gobierno y la separación de poderes, esencial en la democracia británica, está siendo destruida".

Intento de acoso

Thatcher llevó a ambos periódicos a los tribunales sin ni si quiera saber si iban a publicar extractos de Inside intelligence. Un representante gubernamental pidió el jueves a Donald Trelford, director de The Observer, garantías de que no iba a publicar fragmentos del libro, que había estado en manos del rotativo antes de que lo publicara Cavendish. Trelford se negó a dar detalles. "Siempre me niego a dar información previa al Gobierno de lo que voy o no voy a publicar", comentó después. "Lo considero un intento de acosar y restringir nuestra libertad de expresión".

Cavendish —que publicó 500 ejemplares de Inside intelligence con cargo a su peculio y los envió como regalo de Navidad a políticos, jueces y amigos— está sorprendido con la peripecia. "No creo que el libro represente ninguna amenaza a la seguridad nacional", dice. "Pero lo que el Gobierno está haciendo es increíble".

Lo que pretendía Cavendish, un ex agente del MI-6 convertido en banquero, al escribir el libro era limpiar la memoria de su amigo ya fallecido Maurice Oldfield, quien fuera director general del MI-6, el equivalente británico a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, y máximo responsable de seguridad en el Ulster. A Oldfield, un homosexual confeso, se le había acusado de mantener tráfico carnal con homosexuales norirlandeses y, por ello, de poner en peligro la seguridad nacional británica. Cavendish niega ambos extremos y cree haber reivindicado la memoria de su amigo con el libro.

Aparte del texto de Cavendish, otros puntos de relativo interés en Inside intelligence —calificado de "aburrido y absolutamente irrelevante" por el parlamenatrio laborista Dale Campbell-Savours— están en el prólogo, donde un antiguo alto directivo del MI6 revela que el espionaje británico no dio al Gobierno toda la información que tenía durante la guerra de las Malvinas y que Oldfield contribuyó a convencer al Harold Wilson de que el Reino Unido no deba participar en la guerra de Vietnam.

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