Música en la iglesia
Como aficionado a la música, me ha dejado atónito la decisión de la máxima autoridad de la Iglesia católica de prohibir la misma en las iglesias mientras no sea música sacra.No comprendo cómo una persona que tiene tanto que ver con el alma y el espíritu de las gentes toma esta resolución, y además se atreve a dejar el tema tan inconcluso, puesto que supongo que a partir de ahora no se podrá interpretar en los templos a Schubert, Mozart o Vivaldi cuando sus obras se llamen conciertos, sonatas, etcétera, y supongo que sí si se denominan misas o cantatas; pero yo le diría al Papa, con todos mis respetos, que la música se ha construido en la mayoría de las ocasiones en un estado espiritual, en un momento de sentimiento del alma de gran valor, porque cada autor se ha encontrado consigo mismo al concluir una obra. ¿Se puede negar la sacralidad, en el sentido más amplio de la palabra, de los Kindertotenlieder de Mahler? ¿O también al Schiller de la Oda de la alegría de Beethoven? Creo que no tiene discusión que la música de Bach es totalmente sacra, aunque sean sus conciertos de violín.
En resumen, espero que el papa Juan Pablo II recapacite y se deje aconsejar por hombres cultos y no por apasionados de algo que nada tiene que ver con eso, con la cultura. Y ésta debía estar presente siempre en el Vaticano.-
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