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El alcalde propone una amnistía para los recargos de las multas de circulación

El alcalde de Madrid, Juan Barranco, quiere que el Ayuntamiento conceda una amnistía para los recargos en las multas de circulación. El primer mandatario de la capital espera que esta medida evite tomar otras más impopulares, como la de la circulación de matrículas según los días o la obligación de Nevar un segundo pasajero en el automóvil cuando se dirijan a Madrid. Paralelamente se reforzarán los servicios de grúa.

Juan Barranco propondrá al equipo de gobierno socialista del Ayuntamiento de Madrid que se condonen los recargos en las multas de circulación, según señaló ayer el propio alcalde. Y a partir de ese momento, comenzará una campaña que convenza a los ciudadanos de la imposibilidad de escapar del "castigo" de las infracciones de circulación. La idea de que las multas no se pagan es la que el alcalde quiere, erradicar, y para ello está dispuesto a partir de cero mediante una amnistía en los recargos por impago.Barranco afirmó que si se logra que "los ciudadanos de Madrid tomen conciencia de que la calidad del tráfico es un problema de todos, no será necesario adoptar otras medidas que a nadie van a gustar, pero que todos considerarán necesarias, como la de permitir la circulación de determinadas matrículas en días impares o, como se hace en algunos lugares de Estados Unidos, sancionar a los ciudadanos que van solos en sus automóviles".

La idea del alcalde de Madrid es partir de cero en la cuantía de las multas y que "las infracciones se paguen como si se acabaran de cometer, sabiendo que los infractores que no se acojan a esta medida se verán perseguidos con todas las consecuencias". Porque Barranco está convencido que, a partir de este momento habrá que agilizar y agudizar las sanciones.

Juan Barranco reconoció que el tráfico es "un problema irresoluble", y que "sólo depende del grado de educación de los ciudadanos". No obstante se mostró optimista sobre la capacidad de los madrileños para asumirlo y explicó que, una vez analizada la situación del tráfico en la capital, se ha llegado a la conclusión de que sólo puede atajarse mediante una mejora efectiva de los servicios públicos y la disuasión del transporte privado.

El alcalde comentó que, a su juicio, es buena la política de aparcamiento para residentes y "menos buena" la de los aparcamientos disuasorios en el cinturón de la capital. En su opinión, estos últimos se han demostrado inoperantes.

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