Un matrimonio y su hijo, heridos al evitar el choque con un automovilista que circulaba en sentido contrario
Pablo Fernández Castellano, su esposa y su hijo, de tres años, salvaron la vida milagrosamente el pasado jueves, al lograr esquivar al coche que circulaba en sentido contrario por uno de los carriles de la carretera nacional 401 (Madrid-Toledo), en el término municipal de Getafe, aunque sufrieron diversas heridas. El presunto causante del accidente, ocurrido en el kilómetro 17 de la citada autovía, fue un joven de 23 años. Este fue sometido a la prueba de alcoholemia, que dio resultado negativo. Al parecer, circuló nueve kilómetros por sentido contrario, debido a que sufrió una equivocación.
A las 0, 10 horas del pasado jueves Pablo Fernández Castellano, de 32 años, regresaba a su domicilio de la localidad madrileña de Parla, en compañía de su mujer, Beatriz Fuentes Canusquilla, de 30 años, y su hijo, Carlos, de tres años. Hasta entonces habían estado en Getafe con unos familiares.La familia Fernández viajaba en un automóvil Ford Orion, matrícula M-7843-0. El conductor, Pablo Fernández, actualmente en paro, inició el adelantamiento de una furgoneta en el kilómetro 16,400, cuando se dió cuenta de que inexplicablemente se le echaba encima otro automóvil que venía en sentido contrario.
"Yo dije: ¿Pero esto qué es? No podía comprender cómo venía otro coche de frente, cuando iba circulando por una carretera de doble sentido. No supe lo que hacer... Instintivamente, di un volantazo a la derecha y, al ver que me salía de la calzada, pegué otro volantazo a la izquierda. Después sentí un golpe muy fuerte", relató Pablo Fernández horas después del accidente.
El vehículo de Pablo derrapó y fue a estrellarse contra el muro central de cemento que separa las calzadas de uno y otro sentido. Él, su esposa y el hijo de ambos fueron trasladados inmediatamente al hospital Primero de Octubre, de Madrid, donde fueron atendidos por los médicos de guardia.
Los facultativos comprobaron que Pablo Fernández sufría fractura del tabique nasal y golpes en la cara; su mujer, Beatriz Fuentes, resultó con fractura del húmero, y su hijo, Carlos, salió prácticamente ileso. Después de recibir asistencia clínica, los tres fueron dados de alta al comprobarse que su estado no era grave.
El automovilista que presuntamente causó el accidente siguió circulando hasta el kilómetro 14 de la citada autovía, don de fue detenido por una patrulla de la Guardia Civil, que había sido alertada sobre la presencia del supuesto kamikaze.
El conductor del vehículo que originó el siniestro, un Seat 124, matrícula M-9409-W, fue identificado como Jesús Escudero Jiménez, de 23 años, que iba acompañado de Castel Escudero Salazar, de 45 años, según informaron fuentes de la Dirección General de Tráfico. Ambos resultaron ilesos, ya que no llegaron a colisionar con el turismo pilotado por Pablo Fernández.
Tanto Jesús Escudero como su acompañante fueron sometidos a la prueba de alcoholemia, que dió resultados negativos, lo que viene a demostrar que ninguno de ellos había tomado bebidas alcohólicas, según las fuentes informantes.
Al parecer, el joven Escudero Jiménez declaró a la Guardia Civil que había sufrido un despiste cuando a la altura del kilómetro 23 de la autovía había tratado de incorporarse a la carretera. Como consecuencia de esta equivocación, dicho conductor, que trataba de tomar la calzada de la dirección hacia Madrid, se metió por sentido contrario.
Este nuevo accidente se produjo a pocos kilómetros de donde a últimas horas del pasado martes resultó muerto Francisco Carrasco Hurtado, de 29 años, al chocar contra él otro automóvil pilotado por José Agustín Parra Barrios, que circulaba en sentido contrario.
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